Entremos en los misterios de nuestra fe en esta Semana Santa, dejemos invadirnos por la experiencia viva, certera y cercana de un Dios que quiso acercarse a nosotros y dar su vida para que la tengamos y la manifestemos en este mundo, provocando en medio de la historia el estallido del amor de Dios, del que tan necesitados estamos los hombres.
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