Catequesis

Miércoles, 18 enero 2023 14:51

Palabras del cardenal Osoro en la vigilia de oración con jóvenes de enero (6-01-2023)

  • Print
  • Email
  • Media

En primer lugar, quiero daros las gracias, porque alomejor no es el día más apropiado para tener la oración de los jóvenes. Pero, por mantener el día, que es el primer viernes de cada mes, que en esta ocasión coincide con el día de la Epifanía del Señor, hemos querido mantenerlo. Yo os doy las gracias, porque sé que habéis hecho el esfuerzo por estar en este encuentro y en esta oración, en la que yo quisiera que todos los que estamos aquí abriésemos nuestra vida para todos los jóvenes de Madrid. Unos Reyes, estamos celebrando su fiesta, para los jóvenes de Madrid. ¿Por qué? Por que son, en primer lugar, también buscadores de plenitud en la vida. Porque se sobresaltan al ver cómo se intenta manejar este mundo de formas diversas, y alomejor no se les tiene en cuenta a ellos. Porque en muchos momentos no somos capaces de ponernos en camino. Porque a veces nos detenemos ante quien nos pide algo, y sin embargo es necesario que nos detengamos ante quien no nos pide nada y nos da todo. Y, en este caso, le tenemos aquí presente: a Nuestro Señor Jesucristo, en el misterio de la Eucaristía. No nos pide nada, y nos da todo. Venimos a contemplarlo. A adorarlo, como los Magos de Oriente. Areconocernos delante de Él. Y a hacerle también nuestro regalo, como lo hicieron los Magos de Oriente.

Yo quisiera que estos, esta especie de siete pasos, nosotros, esta noche, y de una forma sencilla, los diésemos en lo más profundo de nuestro corazón. Que los fuésemos dando desde dentro de nosotros mismos.

Todo joven por ser joven es buscador de plenitud. Tiene ideales. Tienes ganas de hacer algo en la vida. Tiene ganas también incluso de prestar la vida para cosas que son importantes, porque hay ideales que son fundamentales en nuestra vida y en nuestro corazón. En el fondo, cualquier joven es buscador de la plenitud humana. Es verdad que, en segundo lugar, también hay sobresaltos. Como los tuvieron los Magos de Oriente. Sobresaltos por aquellos que quieren manejar este mundo y controlar absolutamente todo, y no nos dejan afianzar la vida de otra manera. Por eso, quienes quieren manejar el mundo preguntan, precisan, averiguan, controlan... Pero los Magos se pusieron en camino. Siguieron el camino. Solo se pararon ante una señal, que era indicadora de que allí había sucedido algo importante. La estrella les detuvo en el lugar donde estuvo Nuestro Señor. Y entraron. Y vieron a Jesús, a su madre María, y a José. Y lo adoraron. Y además le ofrecieron regalos, tal y como nos dicho el Evangelio.

Yo quisiera que estos siete pasos, es una propuesta que os hago a todos, los diésemos nosotros, cada uno de nosotros, esta noche. Todos, cuando nos miramos a nosotros mismos, buscamos lo mejor para nosotros. Quisiéramos... tenemos ideales, ¿no? Cuántos de vosotros, o estáis pensando en qué vais hacer, qué estudios vais hacer, o en que os gustaría trabajar, o en qué... Todo el mundo tiene ideales. Y más cuando se es joven. Se busca la plenitud humana. Pero es verdad que... Los Magos de Oriente tuvieron sobresaltos. En concreto salió Herodes a buscarlos, a detenerlos, a preguntarles, sospechaba de alguna manera de ellos... Preguntó, precisó y les pidió que averiguaran qué era aquello de aquel niño que había nacido. Lo importante es que los Magos se pusieron en camino. Y eso es lo que querría deciros esta noche a todos vosotros. Que os pongáis en camino. Como los Magos. Que os pongáis en camino viendo cómo todo ser humano busca la plenitud. Hoy sale a nuestro encuentro Jesucristo, que es el único que da la plenitud humana.

Detengámonos nosotros esta noche ante nuestro Señor. La estrella se paró donde estaba Jesús. Esta noche, todos los jóvenes de Madrid, están aquí con vosotros. Cuando vengo a hacer la oración de los jóvenes, a veces hay más, otras veces hay menos, pero tengo en mi corazón a todos los jóvenes de Madrid. Y les pongo junto al Señor. Es verdad que a lo mejor hay algunos jóvenes a los que no les he visto nunca en mi vida. Pero ellos están aquí, con vosotros, porque queremos nosotros también que estén todos los jóvenes de Madrid. Y quisiéramos que hiciesen la experiencia que esta noche estamos teniendo nosotros. La experiencia de estar junto al Señor, de arrodillarnos, de reconocerlo, de adorarlo y de ofrecerle un regalo, que es decirle al Señor: Señor, mira aquí estoy. Esta es mi vida. Aquí me tienes. Con mis pobrezas. Con mis riquezas. Y con mis ideales. En otros momentos que alomejor no los tengo, o se me pasan. Aquí estoy. Y te quiero adorar. Y hoy te quiero entregar yo un regalo, que es poner mi vida junto a Ti. Es más, no os digo que pongáis la vida a disposición del Señor, sino que vamos a ponerla hoy, somos todos un poco rácanos todos, por lo menos al lado del Él. Sería bueno que alguno de vosotros le digáis: Señor, la pongo junto a Ti. Lo que tú quieras. Es el mejor regalo que hoy podemos hacer a Jesucristo Nuestro Señor.

Los Magos le ofrecieron regalos, y se marcharon. Pero, fíjaos: el Evangelio ha dicho que volvieron por otro camino. El encuentro con Jesucristo nos hace entrar por caminos nuevos. Caminos de fe, de adhesión a Él; caminos de esperanza; caminos de plenitud; caminos de construir la fraternidad; caminos de tener ideales grandes en nuestra vida. Esto es lo que nos pide el Señor: ponernos en camino. ¿Seremos capaces esta noche de detenernos como los Magos ante Jesús? ¿De adorar al Señor y decirle: Señor, aquí estoy. Vengo de esta parroquia, vengo de este lugar, vengo de este grupo, vengo... Pero no vengo solo. Te quiero traer a tanta gente que yo conozco: en el instituto, en la universidad, en los lugares donde estoy. Quiero traer aquí a todos, junto a Ti. De tal manera que hoy esta catedral está llena de todos los jóvenes de Madrid, porque los traéis vosotros también. Y además, en nombre de ellos, de todos los jóvenes, estamos aquí adorando a Nuestro Señor. Y en esa adoración queremos reconocernos de verdad, y decirle a Jesús: Señor, te necesitamos a Ti. Necesitamos de tu vida. Necesitamos de tu amor. Necesitamos de tu entrega. Necesitamos de todas esas cosas que nosotros, cuando las hacemos, somos tremendamente felices, pero a veces se nos olvidan, y es necesario situarnos junto a Ti, como estamos esta noche aquí, para hacer descubrir a todos los jóvenes de Madrid que el camino es este: encontrarnos contigo. Y quizá marchar en otra dirección. No en la dirección que Herodes quería: que volviesen por allí para contarle. En el fondo, quería deshacerse de la presencia del Señor. Nosotros queremos mantener la presencia de Dios en este mundo y en esta tierra. Y el regalo más grande que nosotros podemos ofrecerle al Señor es hoy, sencillamente, decirle: Jesús, aquí estoy. Aquí me tienes. Dame la fe. Haz que viva en tu amor. Haz que camine en esperanza. Haz que no me separe de Ti, que de verdad yo necesito de tu amistad para que me orientes...

Unos Reyes para los jóvenes de Madrid. Y los jóvenes de Madrid se convierten también en Reyes. Y nosotros estamos aquí en nombre de todos los jóvenes, que algunos ni se estarán enterando, no sabían absolutamente nada de que aquí había oración. Estamos poniéndolos a todos junto a Nuestro Señor. Porque sabemos que la plenitud humana solo nos la entrega Jesucristo. Sabemos que todos los sobresaltos que tenía Herodes, por ejemplo, porque se creía que había nacido otro rey y le iba a quitar el reino; que todos los sobresaltos que tiene esta humanidad, que son muchos, y graves a veces... Estamos viendo las guerras, que no paran estos días, solo con poner la televisión... es terrible lo que está sucediendo. Ni el día de Navidad son capaces de dejar las armas. Y esto es un dolor para Nuestro Señor, que ha venido a traer la paz. Y es un dolor para cada discípulo de Jesús. Para nosotros, que queremos también regalar esta paz a los hombres.

Y precisamente por eso, hoy, ¿qué regalo le hacemos a Jesús? Sencillamente, ante Él nos arrodillamos y le decimos: Jesús, cuenta con nosotros. Cuenta con nosotros para regalar tu vida, tu amor, tu entrega, tu fidelidad; para construir la fraternidad; para quitar las armas que matan, pero también el orgullo, el egoísmo... Cuenta con nosotros. Queremos hacer un mundo nuevo. Por eso, como los Reyes Magos, cogemos otro camino. No cualquier camino, sino el camino de Jesús: el que nos enseña el Señor. Estos son los Reyes de verdad para los jóvenes de Madrid.

Cuando esta tarde estaba rezando y viendo qué os decía, me parecía que era evidente que os tenía que decir que vosotros necesitáis unos Reyes que os den algo importante. Y el único que da algo importante en la vida es Jesucristo Nuestro Señor. Porque me enseña una forma de caminar; una forma de dar la mano al que tengo a mi lado; una forma de construir este mundo, que no es con las armas de la guerra, ni del egoísmo, ni de la destrucción, sino con las armas de un corazón que palpita al unísono con el corazón de Nuestro Señor Jesucristo.

Hoy, esta noche, todos los jóvenes se detienen, a través de nosotros, ante una estrella. Ante Jesucristo Nuestro Señor. Y aquí ponemos a todos los jóvenes de Madrid. Poned a los muchachos que están en vuestras parroquias, en vuestras vicarías... donde estéis. Chicos y chicas que a veces pasan de todo esto. El Señor hace maravillas. Pero para esto, para poder presentar a estos, hay que entrar. Hay que entrar. Como entraron los Reyes. Y adorar a Jesús Nuestro Señor. Y ofrecerle a Jesús: Señor, aquí tengo mi vida. A veces no hago las cosas como las tengo que hacer, pero aquí la tienes. Hay muchas ofertas que me hacen, pero he entendido que la mejor oferta para construir mi existencia es la que Tú me ofreces a mí.

Esto lo descubrieron los Magos. Y no volvieron a ver a Herodes: marcharon por otro camino. Y esto es lo que descubren las jóvenes de Madrid esta noche: que hay otro camino que merece la pena ser vivido. Y que nos lo ofrece Jesucristo. Adoremos así al Señor.

Arzobispado de Madrid

Sede central
Bailén, 8
Tel.: 91 454 64 00
info@archidiocesis.madrid

Catedral

Bailén, 10
Tel.: 91 542 22 00
informacion@catedraldelaalmudena.es
catedraldelaalmudena.es

 

Medios

Medios de Comunicación Social

 La Pasa, 5, bajo dcha.

Tel.: 91 364 40 50

infomadrid@archimadrid.es

 

Informática

Departamento de Internet

C/ Bailén 8
webmaster@archimadrid.org

Servicio Informático
Recursos parroquiales

SEPA
Utilidad para norma SEPA

 

Search