La Delegación Episcopal de Enseñanza ha celebrado el fin de curso con un encuentro en la sede del Arzobispado que ha supuesto, para muchos profesores, el primer contacto en persona desde el comienzo de la pandemia. «Sí nos habíamos visto a través de la pantalla –cuenta Toni Salas, supervisor de Religión en la delegación–; pero físicamente en muchos casos no, porque como además el año pasado el encuentro no pudo ser...».
El acto, celebrado este miércoles, 23 de junio, ha incluido una interpretación musical y el reconocimiento a los profesores de Religión que se han jubilado en los años 2020 y 2021. Cada uno de ellos ha recibido de manos de la delegada episcopal, Inmaculada Florido, una talla de la Virgen como regalo.
En un curso «tan difícil y doloroso», la Delegación de Enseñanza de la diócesis ha querido agradecer, «en especial a los alumnos y profesores de Religión, el esfuerzo conjunto por sacarlo adelante con trabajo y profesionalidad».