«La Iglesia tiene que ser una Iglesia en salida, como dice el Papa Francisco, y acercarnos a todas las realidades». También a los motoristas, y así es como el párroco de Navalagamella, Alfonso Rodríguez, pensó en convertir su pueblo, punto de paso habitual de moteros, en un referente peregrino para ellos. Acaban de inaugurar la ruta peregrina motera, en una peregrinación que tuvo lugar el pasado sábado, 1 de abril, y que estuvo presidida por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro.
La jornada comenzó a las 11:00 en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Estrella, de Navalagamella, donde el arzobispo presidió la Misa solemne del Domingo de Ramos. Durante la homilía, recordó que todos «somos hermanos; construyamos la fraternidad». También llamó a aprovechar la Semana Santa para acercarse a Dios: «Nunca es tarde para la conversión», aseguró.
Asimismo, bendijo una imagen del peregrino motero. Se trata de una estatua en piedra donada por un padre del colegio en el que el sacerdote es capellán. «Fue él quien me sugirió, hace un año, organizarlo todo». «Tu pueblo es motero —le dijo—, ¿por qué no hacer una peregrinación de motos?».
Le ofreció una estatua que tenían en la familia, del siglo XV, para que fuera la imagen del peregrino motero. A la talla, que en realidad «no sabemos bien quién es, podría ser hasta un Santiago Apóstol», le han añadido un pedestal con un casco. Por el momento, la imagen se ha situado frente al altar, aunque la idea es sacarla fuera del templo y colocarla en un lugar visible.
La iniciativa ha contado con el respaldo del ayuntamiento de la localidad, «es una forma de publicidad para le pueblo», y el interés de los motoristas. De hecho, fueron muchos los que el sábado se acercaron a la «fiesta» y se encontraron con «un mensaje de Jesucristo, que de eso se trata, de que mostremos el rostro del Señor».
Un lugar de descanso
Tras la ceremonia en Navalagamella, la comitiva se trasladó en peregrinación a Zarzalejo. Allí, en la parroquia de San Pedro Apóstol, el cardenal Osoro bendijo la imagen de san Rafael arcángel, patrón de la localidad. La última etapa fue Peralejo, con una Eucaristía en la iglesia parroquial de San Matías Apóstol.
La gente, destaca el párroco, disfrutó mucho con este día. «Vinieron muchísimos motoristas y el cardenal estaba entusiasmado; le dieron un caso para que se lo pusiera y le pidieron que bendijera sus motos». De hecho, cuenta, una mujer le pidió con gracia que bendijera no solo la moto de su marido, también a él mismo.
A partir de ahora, todos los motoristas que se acerquen por Navalagamella tendrán «un lugar donde poder descansar de sus viajes», afirma el párroco, y podrán mirar a María, la Virgen de la Estrella, «como nuestra guía que siempre nos lleva a la meta, que es Jesucristo». «Si lo piensas fríamente —concluye Rodríguez—, Jesucristo siempre estuvo en camino; es más, de vez en cuando también llevaba una burra, como los motoristas».
Esta peregrinación cuenta con el apoyo de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal y de la Pastoral de Tráfico del Arzobispado de Madrid, que estuvieron representadas por sus responsables, José Aumente y Bienvenido Nieto. También participó Juan Carlos Merino, vicario de la Vicaría VII de Madrid, además de los párrocos anfitriones, Alfonso Rodríguez y Antonio Doñoro.
