«Para la comunidad parroquial, y en particular para mí, la visita de nuestro padre y pastor es un verdadero regalo», afirma Martín Rodajo, párroco del Purísimo Corazón de María (Embajadores, 81), en el distrito madrileño de Arganzuela. Este sábado, 20 de septiembre, a las 19:30 horas, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, presidirá una Eucaristía en el templo recientemente reformado.
El párroco explica que, cuando el obispo visita una parroquia, «todo se engalana de una manera especial», porque se recibe «a quien el Señor ha confiado nuestro cuidado pastoral». Por eso, añade, «es un motivo de alegría que el cardenal José Cobo se haga presente en nuestra comunidad».
Las obras han supuesto un gran esfuerzo económico, ya que el templo estaba muy deteriorado. «Es una alegría haber podido adecentarlo, porque es el lugar donde nos reunimos para dar gloria a Dios», señala. Durante los meses de verano, la misa se ha celebrado en la capilla parroquial y, al ser un espacio reducido, se habilitaron salas adicionales, llegando incluso a celebrarse varias eucaristías al mismo tiempo. «Ha sido un esfuerzo tanto para los sacerdotes, que tuvieron que multiplicar las celebraciones, como para los fieles», subraya Rodajo.
La cita del próximo sábado tendrá, además, un carácter especial: durante la Eucaristía se erigirá el nuevo Consejo Pastoral Parroquial, en línea con la invitación realizada por el cardenal Cobo en su carta pastoral al inicio de curso.
Historia
La parroquia del Purísimo Corazón de María es una de las más antiguas de Madrid. Fue erigida en el barrio de las Peñuelas en el siglo XIX, antes incluso de que la diócesis de Madrid se segregara de la de Toledo en 1885. Su primer templo, situado en la calle de las Peñuelas, fue incendiado en julio de 1936 y, tras la Guerra Civil, se levantó el actual edificio en la calle Embajadores 81, que fue consagrado el 25 de mayo de 1946 por monseñor Leopoldo Eijo y Garay, entonces obispo de Madrid-Alcalá y Patriarca de las Indias Occidentales.
A lo largo de su historia, la parroquia se ha convertido en madre de muchas de las comunidades nacidas posteriormente en este barrio del distrito de Arganzuela, y en un santuario donde se honra al Corazón Purísimo de la Virgen.