Hace unos años, un grupo de jóvenes tuvieron la intuición de que el grito de Jesús en la Cruz, «Tengo sed», les urgía a poner sus voces al servicio de la liturgia. Jesús les apremiaba a saciar su sed de llegar al corazón de los hombres a través de la belleza. Y, en respuesta a esta llamada, decidieron poner los dones que Él mismo les había regalado al servicio de su sed.
Así empezaron el coro, que nació dentro de la basílica de la Concepción de Nuestra Señora (c/Goya, 26). De su participación en la vida de la parroquia es desde donde se nutre todo su deseo de saciar la sed de Jesús, que da nombre al coro: «I Thirst». Esta sed es la misma que en su día alentó el carisma de la Madre Teresa de Calcuta, así como el grito «Tsajená» (tengo sed en arameo), que preside las comunidades de Iesu Communio, con quienes, desde la parroquia, mantienen un estrecho vínculo.
En una entrevista en El Espejo de Madrid de COPE, Pilar Soldado, directora del coro, afirmó que «lo que queremos transmitir es lo que el Papa Francisco pidió en el último sínodo celebrado en Roma, que los jóvenes evangelicemos a otros jóvenes». A finales de marzo grabarán su primer disco, a través del cual «queremos que nuestra voz se escuche en muchas parroquias que carecen de coros». Y «que los jóvenes vean que la Iglesia está despierta, que nosotros queremos mucho al Señor y que nos hemos encontrado con Él, a través de nuestra música, y que ellos también lo pueden hacer».
Todas sus propuestas se mueven en torno a la identificación de tres necesidades: conocer la fe que cantan, formarse en la belleza del canto y poner la belleza al servicio de la caridad.
El coro canta en la Misa de jóvenes de la basílica de la Concepción todos los domingos, a las 20:30 horas. Además, con la mirada puesta en hacer que el corazón del hombre arda con más fuerza, cantan en enlaces matrimoniales, novenas, y demás celebraciones en las que Él es el centro de todas las miradas.
Además de grabar su primer disco a finales del mes de marzo, en los próximos meses viajarán a la catedral de Varsovia, y cantarán en el Teatro Real.
Formación
La música sacra requiere más preparación. Por eso, todos los viernes, a las 19:30 horas, después de una rato de oración, tienen los ensayos. Y una vez al mes reciben clases de canto coral de la mano de una experta colaboradora del Coro JMJ de Madrid.
Además, reciben formación teológica de la mano de un sacerdote de la parroquia.
Y, como la caridad es la belleza puesta en práctica, tienen dos iniciativas:
- Su vinculación a la figura de Paul Claudel les hace tomar «La Anunciación a Nuestra Señora», su obra literaria cumbre, y donde expresa la naturaleza del amor cristiano, como fecha para ofrecer un concierto a los más necesitados: ancianos, pobres, niños enfermos, etc, en torno al 25 de marzo. Este año, cantarán el domingo 24 de marzo en la Misa de las 10:00 horas en la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (c/Lagasca, 17).
- Por otro lado, gran parte del Tengo Sed se nutre del que alentó el carisma de las Misioneras de la Caridad. Por eso, durante el verano, participan en unas misiones que les permiten trabajar con ellas, para así poder ponerse al servicio de la caridad.
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