Proyecto Salvavidas, una de las mayores empresas nacionales, ha colaborado con la parroquia Santa María la Blanca de Montecarmelo (c/Monasterio de Oseira, 25) para declarar el templo como «espacio cardioprotegido».
El templo no es el único de la diócesis que ha tomado conciencia de la necesidad de proteger espacios de pública concurrencia, instalando un desfibrilador.