Este sábado, 4 de mayo, a las 18:00 horas, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presidirá una solemne Eucaristía, durante la cual ordenará presbíteros a cuatro diáconos del Seminario Conciliar.
A pocos días de la celebración, el presbítero madrileño Luis García-Nieto Sánchez ha estado en el Informativo Diocesano de TRECE, y ha contado a Irene Pozo, la directora del programa, «el gran reto» que, a partir del sábado, Dios ha puesto en sus manos. «Estoy muy ilusionado con la responsabilidad maravillosa de que el mundo vuelva a confiar, que haya luz y esperanza, porque tenemos un Salvador que guía nuestro camino, y queremos llegar a una meta».
García-Nieto, que será ordenado junto a Alejandro Carrara Navas, José Ramón Ortega Machuca y David Rodríguez Cuadrado, ha mostrado su felicidad «por la tarea y la grandeza de Dios», y «por haber conocido esa Luz».
«Un amor que te excede y te llena de felicidad la vida»
El diácono, que estará acompañado por sus padres, sus siete hermanos, muchos familiares y amigos, ha contado las raíces de una vocación que nació cuando estudiaba Historia del Arte y Derecho en la Universidad Complutense: «Fue gracias a un compañero y surgió de un modo natural». Poco a poco, «fui conociendo un amor que te excede y te llena de felicidad la vida», destaca.
Un detalle que, tal y como reconoce, «solo lo pueden entender los que están enamorados». «Tras los gusanitos en el estómago, vas conociendo al Amado; vas siendo uno, y tu felicidad se convierte en la felicidad del Amado». Y cuando es Dios, incide, «estalla el corazón y se difunde a todos los demás». Esto «solo lo puede entender el que ha estado enamorado...».
«Quiero mostrar el perdón que Dios ofrece al mundo»
García-Nieto, que tiene como destino las parroquias San Antonio de la Florida y San Pío X, ha revelado a la conductora del programa su sentir ministerial y su propósito sacerdotal… «Me gustaría estar con Él para toda la vida». Porque «este mundo necesita mucho amor de Dios, volver a recuperar la confianza que ha perdido en el futuro y volver a entender que no puede vivir de cero cada día, sino que tiene que vivir con raíces».
Un reto y una promesa, escritos a fuego en su corazón: «Yo quiero mostrar el perdón que Dios ofrece al mundo», ha concluido.
La ceremonia se podrá seguir en streaming a través de la web del Arzobispado.