«Que Cáritas llene la ciudad de Madrid de la alegría del Evangelio», fue la petición que realizó el cardenal Osoro en la Eucaristía de preparación del Día de Caridad, que tuvo lugar este miércoles, 8 de mayo, en la catedral de Santa María de la Almudena de Madrid.
El arzobispo de Madrid comenzó su homilía, dirigida a la familia de Cáritas Diocesana de Madrid, que celebra su día grande con motivo del Corpus Christi, recordando que «hoy nos reunimos para tomar conciencia de que la ciudad de Madrid debe llenarse de esa alegría del Evangelio. Y eso se hace regalando el Amor de Dios». «Esta alegría es imposble llevarla a todos los rincones sin alimentarnos de Jesús, del Pan de Vida», aseveró.
El purpurado recordó animó a los presentes a «dar el abrazo a todo ser humano que nos encontremos y, muy especialmente, a aquellos que nos necesitan, que necesitan que les levantemos». «El cristiano incluye, no discrimina», añadió.
En este punto, quiso recordar la parábola del Buen Samaritano, para que, como «apóstoles de la caridad», tomemos como ejemplo al samaritano, porque «eso es cumplir la voluntad de Dios».
«Madrid sería distinto sin Cáritas»
El cardenal Osoro felicitó «a los que trabajais en Cáritas porque estáis llenando la ciudad de Madrid de la alegría del Evangelio». «Si quitáramos Cáritas, Madrid sería distinto. Sus obras se están realizando de verdad», afirmó.
Asimismo, los animó a estar atentos: «Si hay necesidades nuevas de necesidad, ahí debemos estar».
En la Eucaristía también se pudo escuchar el testimonio de Kevin, voluntario de la Vicaría V que, tras llegar de Perú hace tres años, encontró en Cáritas una familia que no solo le ha ayudado en su integración en España, sino que también le ha proporcionado un espacio para poder ayudar a los demás como voluntario.
Envío de voluntarios
La Eucaristía concluyó con el tradicional envío de las personas voluntarias de Cáritas al servicio de los pobres, como apóstoles de la caridad, y con una bendición especial a todos los agentes de Cáritas a los que se refirió el cardenal Osoro asegurando que «estáis prestando la valiosísima misión caritativa de la Iglesia y, en consecuencia, trabajáis en su nombre, abriendo a todos los hombres y mujeres los caminos del amor cristiano y de la fraternidad universal».
Por ello, pidió al Señor que derrame «en nuestros corazones el don de la caridad» y bendiga «a estos hermanos, para que, practicando las obras de caridad de la justicia social, contribuyan a hacer presente la Iglesia en el mundo con un sacramento de unidad y salvación».
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