El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, concluyó este lunes por la tarde su visita a misiones valencianas en Hispanoamérica con una misa de acción de gracias en la parroquia de San Patricio, en la ciudad ecuatoriana de Manta, donde también acudió a visitar a varios enfermos.
El domingo también mantuvo un encuentro en la misma parroquia, cuyos responsables son los misioneros valencianos Ramón Peris y Rafael Alventosa. En ella se reunió con los agentes de Pastoral, y firmó una dedicatoria en el libro de actas del Consejo pastoral, al igual que hizo en su visita a otras capillas anteriormente.
Ecuador ha sido el tercer país, después de Perú y Chile, del viaje que el arzobispo de Valencia inició hace dos semanas con la finalidad de visitar a los misioneros valencianos que ejercen allí su labor, para conocer su trabajo y principales necesidades.
Dos semanas en Chile, Perú y Ecuador
El viaje, en el que el cardenal ha estado acompañado por el delegado de Misiones del Arzobispado de Valencia, Arturo Javier García, comenzó en Chile, concretamente en la diócesis de Copiapó, que cuenta con cerca de medio centenar de sacerdotes de la diócesis de Valencia así como numerosas religiosas valencianas de las congregaciones Esclavas de María, Hermanitas de los Ancianos Desamparados o Dominicas, entre otras, así como integrantes del instituto secular Obreras de la Cruz.
En Chile mantuvo un encuentro con los misioneros valencianos Juan Pedro Cegarra, Miguel Hernández y Enrique Sarneguet. Concretamente, en la localidad costera de Puerto Huasco conoció distintas capillas, departió con los trabajadores del puerto y celebró una misa.
Después de Chile, el cardenal visitó los vicariatos apostólicos de Requena y San José en la Amazonía peruana, asumidos desde 2017 por la diócesis valentina, por voluntad del propio arzobispo y con la anuencia y aprobación del Papa Francisco, y cuya superficie conjunta abarca más de 200.000 kilómetros cuadrados y cuentan con 300.000 habitantes.
Una vez en Requena, ciudad de cuyo vicariato es obispo el religioso valenciano Juan Oliver, el cardenal acudió a la misión franciscana y celebró una misa de despedida en la catedral de Requena. En el vicariato de San José, visitó su capital, la ciudad de Iquitos, así como la comunidad de religiosos salesianos.
Posteriormente, en Lima, visitó la Universidad Católica Sedes Sapientiae de la que es rector el misionero valenciano César Buendía, además de tres colegios (San Vicente Ferrer, Santo Tomás de Villanueva -ambos fundados por misioneros valencianos- y el colegio de la congregación Cooperadores de la Verdad). En ellos, ante miles de escolares, destacó la «figura ejemplar de san Vicente Ferrer y el colegio que promovió para niños huérfanos en Valencia en 1410».
También en Lima mantuvo un encuentro con el misionero valenciano Antonio Garciandía, que lleva más de 30 años en Perú, y visitó el Seminario Diocesano Corazón de Cristo, de El Callao.
Finalmente, en Ecuador, donde llegó el pasado sábado, el cardenal se reunió con el obispo auxiliar de Manta, monseñor Eduardo Castillo, que le agradeció el apoyo de la diócesis de Valencia en la reconstrucción de las capillas, en referencia a la de San Juan Bosco, que el mismo arzobispo ha consagrado y que fue rehabilitada con la colaboración de la Fundación Ad Gentes del Arzobispado de Valencia tras su destrucción en el terremoto de 2016. En su estancia en Ecuador, el cardenal también bendijo otra capilla de nueva construcción, la de Nuestra Señora de Guadalupe, financiada igualmente por la fundación Ad Gentes.