«Fui forastero y me acogisteis» (Mt. 25, 35)
Según ha puesto de manifiesto el Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado celebrada el domingo 29 de septiembre, «la presencia de los migrantes y de los refugiados, como en general de las personas vulnerables, representa hoy en día una invitación a recuperar algunas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y de nuestra humanidad, que corren el riesgo de adormecerse con un estilo de vida lleno de comodidades».
Después de un tiempo largo de reflexión a nivel parroquial sobre la necesidad de una implicación directa de la parroquia en la acogida de refugiados, ha comenzado su andadura en la parroquia de Santa Teresa de Jesús de Colmenar Viejo un proyecto de acogida para una familia de refugiados, «Palomarcico-Acoge». La pretensión no es otra que abrir las puertas de la vida parroquial a una familia de las muchas que llegan hasta nuestra puerta y llaman a ella. Con este proyecto, la parroquia quiere decirles: «¡aquí estamos!, pasad, sed bienvenidos».
En este caminar hasta su puesta en práctica, la parroquia ha contado con el asesoramiento de Pueblos Unidos, Fundación San Juan del Castillo, el Servicio Jesuita a Migrantes-España (SJM-E) una red que trabaja por la defensa de los derechos de las personas migrantes y su pleno acceso a la ciudadanía.
La acogida del proyecto a nivel parroquial ha sido muy satisfactoria: aproximadamente 60 familias con su aportación económica, y otras muchas con su oración y apoyo, se han implicado y responsabilizado para poder materializar este proyecto.
Desde el pasado 26 de agosto, han recibido y acompañado a la primera familia de acogida, de origen congoleño: una mamá con tres hijos, a quienes han ayudado en sus primeros pasos, como instalarse, empadronarse, escolarización de los niños, alta médica, etc...
Durante la homilía del domingo de Ramos de 2016, el papa Francisco lamentó que haya tanta gente que «no quiera asumir la responsabilidad» del destino de los refugiados. La parroquia Santa Teresa de Jesús de Colmenar Viejo, con el proyecto Palomarcico-Acoge, ha querido asumir su responsabilidad en el destino de los hermanos refugiados.