«El Señor está cerca de los atribulados. Nos tenemos que grabar esto». Con el salmo proclamado, arrancó su homilía el obispo auxiliar monseñor Santos Montoya este viernes, 27 de marzo, en la Eucaristía que emite la diócesis por YouTube.
El prelado animó a preguntarse si «yo como atribulado, ¿siento al Señor cercano?, ¿en mis cuitas, en mis penas, en mis circunstancias, en mi abatimiento, siento la cercanía del Señor?», y, al mismo tiempo, «si se lo decimos nosotros a aquellos que están atribulados, si nosotros somos el cauce de Dios para decirle a otros el Señor está cerca de ti ahora que te encuentras así». «Este anuncio de esta Buena Noticia hace que caigamos en la cuenta de que la tribulación no es la última palabra, sino que el Señor nos consuela como solo Él sabe hacer», aseveró.
Aludiendo a la bendición urbi et orbi que el Papa acababa de conceder en Roma, donde leyó el pasaje del Evangelio en el que la tormenta zarandea la barca de Jesús y los apóstoles, abundó en que «cuando uno grita, el Señor le escucha y le libra de sus angustias».
En la misma línea, monseñor Montoya detalló que en el Evangelio del día «Jesús se siente amenazado», pero «se vuelve a enfrentar [a quienes lo rechazan] para decirles que viene en nombre de Otro». «Esto es lo que a nosotros se nos propone también: Él no deja su misión a un lado. Él es sumiso a la voluntad del Padre porque quiere hacer la misión del Padre. A nosotros se nos envía también a esta misión», detalló.
En estos momentos de confinamiento por la pandemia del coronavirus, continuó el obispo auxiliar, «¿cómo vencer la desesperanza?, ¿cómo vencer la tristeza?». «O aceptamos el mensaje de salvación de Dios o nos dejamos llevar por ese otro torrente de tristeza, de desesperación. Queremos hacer como Jesús: dar un paso al frente y reconocer que, cuando estamos ahí participando de la tribulación, el Señor está con nosotros. Y decimos sus mismas palabras: “Yo lo conozco”», concluyó.