Las parroquias de Tres Cantos Santa Teresa de Jesús y Santa María Madre de Dios han participado este miércoles, 22 de abril, en el ayuntamiento en la firma de un acuerdo para paliar los efectos sociales y económicos del coronavirus en la localidad. El pacto, dotado con 1,6 millones de euros, ha sido suscrito por todas las fuerzas políticas del consistorio, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, Cruz Roja y Cáritas, y queda abierto a la incorporación de las asociaciones empresariales.
Luis Melchor, párroco de Santa Teresa de Jesús que ha participado en el acto, advierte de que la situación de muchas familias es motivo claro de preocupación y explica que así se lo trasladaron al alcalde, Jesús Moreno, hace unos días y que este, «por iniciativa suya», convocó al resto de agentes sociales de la localidad para elaborar soluciones conjuntas.
El sacerdote detalla que las características de la población tricantina, en su mayoría gente joven «hipotecada, muchos autónomos y emprendedores que han estado dos meses sin trabajar o familias que se han visto afectadas por un ERTE», harán necesarias unas ayudas económicas para su situación de vulnerabilidad «que pensamos serán puntuales, no crónicas», ceñidas a los primeros momentos de la salida del confinamiento.
Un caso concreto es el de las empleadas del hogar, «de lo primero que se ha prescindido» en hogares afectados por la paralización del trabajo, que quizás tendrán que reinventarse profesionalmente, y para ello se precisarán líneas de ayuda a la capacitación profesional, como explica el sacerdote.
Además, Melchor subraya que va a hacer falta acompañamiento y apoyo psicológico porque, fruto del aislamiento, «se ha generado miedo hacia el otro» y hay casos, que se pueden constatar, sobre todo en gente mayor, «de un miedo directo a salir a la calle».
Atención desde la parroquia
En este contexto, Santa Teresa de Jesús está volcada en la atención de sus vecinos. «¡Yo que pensé que iba a tener tiempo de hacer orden en casa!», bromea el párroco, y explica que están confeccionando mascarillas y pantallas para entregar al ayuntamiento, que es el encargado de repartirlo en las residencias de ancianos de la localidad y también a los Camilos.
Además, han aumentado las necesidades de ayuda a los más necesitados, como una familia que acudió el otro día porque le quedaba comida para una semana nada más; una atención que el propio alcalde ha reconocido: «Solo tengo palabras de agradecimiebnto y felicitación por el gran trabajo y la colaboración que está realizando Cáritas, no solo en el suministro de alimentos, sino sobre todo en una tarea tan compleja y necesitada en estos momentos como es saber escuchar a la gente, saber entender su situación y poderles orientar».
A ello se añaden «los directos en YouTube, las catequesis online…». Algo que a Melchor le lleva a reflexionar sobre cómo ha cambiado esta crisis del coronavirus la relación con los sacerdotes, a quienes no se ve en persona pero se les siente más cerca si cabe. «Antes, si querías ver a un sacerdote, te desplazabas; ahora lo tienes en casa. Y la gente necesita alguien cercano, no basta la Misa de televisión, buscan una voz familiar, la imagen de su parroquia». En definitiva, lo afectivo, que tan necesario es en estos tiempos.