Durante esta situación excepcional que estamos viviendo a causa de la pandemia del COVID-19, las necesidades de muchas familias se han multiplicado.
La colegiata de San Isidro (Toledo, 37) ha continuado prestando una ayuda puntual a aquellas unidades familiares que ya atendía antes del inicio de la crisis. Lo ha hecho a través de su cáritas parroquial que, aunque tenía el despacho cerrado, ha seguido gestionando los casos a través del teléfono. De esta manera, los voluntarios han podido ofrecer a las familias necesitadas lotes de comida procedentes de productos recibidos en la parroquia, o comprados en el supermercado.
Además, a través de esos casos que ya estaban registrados, cáritas parroquial ha recibido nuevas peticiones, que también han sido atendidas.
Templo abierto
Cada día, la parroquia abre sus puertas de 9:30 a 13:00 y de 18:00 a 20:00 horas, para que los fieles que quieran, puedan acudir a rezar.
Los presbíterios del equipo sacerdotal que atiende el templo han mantenido las celebraciones en privado. Pero cada día, a las 19:20 horas, el párroco del templo, Ángel Luis Miralles, sale a las puertas del atrio para impartir la bendición con el Santìsimo mientras repican las campanas.
A parir del lunes 11 de mayo, la parroquia intentará adaptarse a la nueva situación recuperando sus celebraciones litúrgicas. El horario de las mismas será el habitual, aunque aumenta el número de misas de los días laborables con una Eucaristía a las 18:30 horas.