En estos tiempos de crisis provocada por la pandemia del COVID-19, son muchas las familias que necesitan ayuda.
Desde la parroquia Santa Catalina Mártir (Real Baja, 4) de Majadahonda se intenta dar respuesta a través de la Cáritas parroquial. De hecho, desde que comenzó el confinamiento, unas 200 familias reciben ayuda a través de alimentos no perecederos, productos de higiene y, en algún caso concreto, ayuda económica puntual.
Trabajo en equipo
La distribución de la ayuda es posible gracias a un trabajo en equipo coordinado por el párroco, Juan Francisco Pérez, al frente de los voluntarios de Cáritas parroquial.
Cada día, de 11:00 a 13:00 horas, un joven atiende las llamadas telefónicas de las personas que acuden solicitando ayuda.
Para responder a las solicitudes recibidas, cuentan con la ayuda del Banco de Alimentos o de personas anónimas, que envían donativos en especie o en dinero.
El vicario parroquial, Alfonso Rodríguez, es el encargado de acudir a recoger las donaciones realizadas por particulares, como el grupo de mujeres que se organizan para realizar una compra masiva.
A la hora de descargar los coches o los camiones que llegan cargados de productos cuentan con un abanico de voluntarios muy amplio: el alcalde de la localidad, José Luis Álvarez, que acudió a descargar un vehículo acompañado por una concejala; o la Policía Municipal, que participó en la descarga de un camión lleno de productos. Y es que en estos momentos, toda ayuda es poca.
Además, desde Cáritas parroquial se buscó y pagó el alojamiento de una persona en situación de calle, que ahora ha pasado a depender de los servicios sociales.
Esperanza en tiempo de crisis
Todos los días, desde la parroquia se intenta animar y mantener la esperanza de los vecinos de la localidad. A las 12:00 horas, el párroco se encarga del toque de las campanas para pedir por todos los difuntos del coronavirus, así como por los enfermos.
Los presbíteros del equipo sacerdotal celebran la Eucaristía en privado, pidiendo por las intenciones de todos los feligreses, y por el fin de esta pandemia.
Y el vicario parroquial Luis Murillo envía todos los días, por WhatsApp, una reflexión al hilo de las lecturas del día.