Desde el inicio de la pandemia provocada por el COVID-19, el número de familias necesitadas se ha disparado.
La parroquia San José Obrero (Julio Antonio, 3) de Carabanchel ha atendido esta semana a un total de 15 familias que han acudido en busca de alimentos básicos. Para responder a esta demanda han recurrido a los productos que tenían almacenados desde antes de la crisis para la atención a las familias vulnerables de la zona, así como a la ayuda de tiendas de la zona y de particulares, y a la colaboración de otras cáritas parroquiales cercanas.
Joaquín Abaga, el párroco, explica que «antes de que todo esto comenzara se atendía a unas 5 familias a la semana, y no todas venían en busca de alimentos. Esto va aumentando poco a poco», asegura.