Desde el inicio de esta crisis provocada por la pandemia del COVID-19, las familias en situación de necesidad han aumentado.
Desde la parroquia de San Marcos (San Leonardo, 10) se atendía a 21 unidades familiares. En la actualidad, la cifra alcanza a 50, con un total de 136 personas. Muchas de ellas, derivadas desde Cáritas Vicaría VII.
El perfil de los beneficiarios es muy amplio: desde ancianos a familias numerosas, matrimonios jóvenes con niños recién nacidos, o personas solas. Muchos de ellos son inmigrantes que tenían trabajos precarios, personas en paro o en situación de ERTE sin cobrar, y que carecen de recursos económicos.
Ayuda para comer
La ayuda que se les ofrece es para que puedan comer.
Así, cada cuarto martes de mes la parroquia recibe un cargamento del Banco de Alimentos, con productos no perecederos, fruta y verdura. Para que no se estropee esta última, el reparto se realiza al día siguiente. Y, quince días después, las familias vuelven a acudir a por productos no perecederos.
Además de los fondos del Banco de Alimentos, que son mensuales, cada tres meses la parroquia recibe un cargamento de productos del FEAD. Pero estas ayudas no son suficientes para cubrir todas las necesidades. Por eso, quien quiera puede colaborar haciendo un donativo a la cuenta de cáritas parroquial que se puede encontrar en su página web.
Y, desde este lunes, 9 familias de la parroquia cuentan con un menú diario caliente proporcionado de manera gratuita por el restaurante Dudua.
Ubicada en el distrito Universidad, la parroquia está integrada por una población formada en su mayoría por personas mayores, o por inmigrantes que residen en pisos patera.