Desde el inicio del tiempo pascual -mediados de abril a mediados de mayo-, la parroquia de San Martín de Porres (Abegondo, 28) ha repartido 15.000 kilos de alimentos.
Ubicada en la UVA de Hortaleza, con una población muy humilde, cada mes se repartía un lote de alimentos a 190 familias de la zona. Con la pandemia, las necesidades se han multiplicado por cuatro. Por eso, en la actualidad acuden cada viernes a por comida 190 unidades familiares.
Se trata de personas que han perdido sus trabajos, en su mayoría gitanos o inmigrantes; otras están en situación de ERTE sin cobrar, o en paro; y también muchas unidades familiares compuestas por personas mayores, que están confinadas en sus hogares, que reciben la ayuda en sus domicilios. El párroco, Jorge Pablo Langley, explica que la gente no tiene ni para comer. Y que muchos están totalmente en la calle.
Para responder a sus necesidades, la parroquia no ha cerrado durante estos meses. La acogida se realiza a través del teléfono. Y después, previa cita, los interesados acuden cada viernes a por un lote de alimentos, que se les suministra desde la puerta para respetar las medidas de seguridad establecidas.
A los productos no perecederos que reciben, procedentes del Banco de Alimentos, se añaden otros frescos, comprados por la parroquia con el dinero aportado por los feligreses. Y es que, afirma el párroco, la generosidad en estos momentos se ha incrementado más del doble.
Si alguien quiere colaborar, puede llamar alr teléfono al 91 382 04 94.
Culto con fieles
El pasado lunes, 18 de mayo, la parroquia ha abierto de nuevo sus puertas al culto con fieles.
El párroco ha padecido la enfermedad del coronavirus, pero después de un mes ingresado, y un tiempo de confinamiento, ya se encuentra recuperado y al frente de las tareas parroquiales.
El templo abre todos los días de 17:00 a 22:00 horas. Y por la mañana solo en caso de necesidad. Con un aforo de 74 personas en esta primera etapa, las celebraciones litúrgicas mantienen sus horarios.