La madrileña hermandad del Silencio continúa con sus aportaciones en acción social para ayudar a los más afectados por esta crisis que estamos viviendo a causa de la pandemia del COVID-19.
Tras las colaboraciones llevadas a cabo con el comedor social Ave María y con la parroquia Madre del Buen Pastor, además de la aportación conjunta con otras hermandades al hospital IFEMA, recientemente han realizado nuevas compras de alimentos y productos no perecederos. El objetivo de las mismas es ayudar a familias que están afrontando circunstancias difíciles, expuestas a una situación de extrema vulnerabilidad.
En esa misma línea, además, la hermandad se ha hecho cargo de algunos recibos de suministros en hogares que no podían hacer frente al pago de los mismos.
En algunos casos se trata de personas que han contactado directamente con la hermandad solicitando una posible ayuda. En otros, ha sido la vocalía de caridad y acción social de la hermandad quien se ha encargado de localizar a las familias necesitadas.