Desde el inicio de esta crisis que estamos viviendo a causa de la pandemia provocada por el COVID-19, el número de familias en situación de necesidad se ha disparado.
La parroquia de San Dámaso (Mauricio Legendre, 10) ha duplicado en este tiempo el número de personas atendidas. «La Cáritas parroquial abrió la atención presencial el pasado 18 de mayo. Sus voluntarios son mayores, por lo que han tenido que vivir el confinamiento obligatorio» explica el párroco, Ronald Ochylsky. Sin embargo, «a través del teléfono han mantenido el contacto con las familias a las que se hacía un seguimiento».
«El perfil de las personas que vienen a recoger alimentos se compone básicamente de inmigrantes a pesar de no ser el nuestro un barrio de inmigrantes, sino más bien de personas mayores». Todos reciben «alimentos no perecederos, que se recaudan en el templo a través de la operación kilo. Esta ayuda se complementa con una gran compra que hace la parroquia con el dinero de la colecta a favor de Cáritas San Dámaso, que se realiza el primer domingo de cada mes, y los donativos de particulares».
El párroco señala que «se ha notado un incremento muy considerable en el número de personas de la calle así como de unidades familiares que acuden a recibir ayuda tras la pandemia. En estos momentos, atendemos el doble de número de familias y personas sin techo». Y es que «estos últimos han empezado a llegar cuando han cerrado los centros habilitados para ellos durante la pandemia».
Los alimentos «se distribuían cada 15 días. Pero los últimos repartos se han hecho para un mes, con el fin de reducir al máximo los desplazamientos». Para ello, cuentan con «una persona que se encarga de la limpieza, mantenimiento, inventario de alimentos y entrega de los mismos. Le ayudan un pequeño equipo de voluntarios».
Además, la parroquia dispone de un servicio de ropero, que «está cerrado temporalmente por motivos de prevención. No obstante, hemos llenado el contenedor de Cáritas varias veces desde que hemos abierto el templo».
Culto con fieles
Desde el pasado 18 de mayo, el templo ha abierto sus puertas al culto con fieles respetando las normas para ello establecidas.
Con un aforo en estos momentos para 250 personas, se celebra la Eucaristía en el siguiente horario:
- Lunes a sábado: a las 19:00 horas.
- Domingos: a las 10:00, 12:30 y 19:30 horas.