Monseñor José Cobo, obispo auxiliar de Madrid, ha presentado este viernes por la mañana en rueda de prensa en formato online la Escuela Diocesana de Evangelizadores. Se trata de un proyecto que el Arzobispado lleva más de un año gestando a la luz de los trabajos del Plan Diocesano de Evangelización y del Plan Diocesano Misionero, y que responde a una «necesidad de formación no genérica, sino armónica y estructurada» para atender «las necesidades reales de nuestros agentes de pastoral». Es diocesana porque acompaña en este proceso desde la diócesis, siendo los delegados de pastoral los que ayuden a armonizar los contenidos y a definir las necesidades de formación: «Ellos son el corazón y los que marcan las líneas de esta escuela». Y es evangelizadora porque «es la misión la que va a organizar esta escuela».
Puesta en marcha en colaboración con el Instituto Internacional de Teología a Distancia, la escuela busca una formación «que englobe la totalidad de la persona», ha explicado José Luis Bravo, su director, durante la presentación. Bravo ha recordado, utilizando terminología del Papa Francisco, «cabeza, corazón y manos», que «no se trata de hacer grandes cabezas del agente de pastoral, sino grandes testigos», con un enfoque «eminentemente evangelizador» en la línea marcada por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro. José Castro, el responsable de la escuela, ha añadido: «La formación no solo será para enseñar contenido, sino para ayudar a ser. Ser misionero. Esta es la base pedagógica».
Los cursos se ofrecen en formato online para adaptarse a las realidades familiares y laborales, pero también a «la complejidad de las demandas misioneras», ha destacado el obispo auxiliar. En este nuevo lenguaje pedagógico se recoge «todo lo que ya hay: grandes profesores, grandes iniciativas, grandes experiencias de formación». En definitiva, lo que «hemos hecho ha sido implementar toda una riqueza que ya existe con un lenguaje nuevo», que es «más necesario de lo que creíamos» y que la pandemia ha hecho más evidente que nunca.
Tutores y encuentros presenciales
El responsable de la escuela ha destacado que «los alumnos van a estar siempre acompañados por un tutor», y esto tiene una especial importancia, ya que permitirá crear grupos de trabajo entre ellos que se complementarán con encuentros presenciales. De esta manera, cuando las circunstancias sanitarias lo permitan, se facilitará que los integrantes de las distintas pastorales que participen en el mismo curso se conozcan entre ellos.
«No es un proyecto hierático –ha matizado monseñor Cobo–, sino que va a ir creciendo y pretende ir respondiendo a esta formación tan necesaria para nuestros agentes de pastoral» (entre 13.000 y 14.000 en la diócesis) ante la «cantidad de retos evangelizadores que tenemos en el futuro». El hecho de ser online abre la oferta a alumnos de otras diócesis, si bien el prelado ha señalado que aunque puedan servirse de ella, «la configuración de la formación va a estar mirando a Madrid» porque responde a «las peculiaridades que tiene nuestra diócesis».
Habrá cursos troncales con temas como cristología, eclesiología, sacramentos, doctrina social de la Iglesia, que según Castro todo agente de pastoral debería realizar; y otros más específicos entre los que destacan los de catequesis –atendiendo especialmente a los nuevos materiales para la iniciación cristiana de la Delegación de Catequesis–, el acompañamiento de jóvenes o los de pastoral de la salud o liturgia. Los cursos comenzarán a impartirse en octubre y hasta final de año serán gratuitos. Se componen de 30 horas de trabajo que el alumno puede realizar en un período de seis semanas.
Durante la presentación se ha hecho una demostración de cómo funciona la plataforma, valorada como muy dinámica, sencilla e intuitiva, y aunque fuera de materia pero respondiendo a la actualidad que vive Madrid con respecto a la pandemia, monseñor José Cobo ha asegurado que «es momento de estar a una, y la Iglesia, desde el principio, siempre ha sabido estar: para cuidarnos y para cuidar».
Más información