Este Domingo de Resurrección, una serie de explosiones en iglesias cristianas y hoteles de lujo en la capital, Colombo, y varias localidades de Sri Lanka, causó al menos 290 muertos y más de 500 heridos. El cardenal Osoro condenó los ataques en su cuenta de Twitter y pidió rezar por las víctimas, incidiendo en que «la muerte no puede tener la última palabra».
Este Domingo de Resurrección amanecemos con la noticia de los execrables atentados en Sri Lanka. Rezamos por las víctimas y sus familias, con la certeza de que la muerte nunca puede tener la última palabra.
— Carlos Osoro Sierra (@cardenalosoro) 21 de abril de 2019