Este martes, 21 de mayo, se celebra el Día de la Diversidad Cultural. Desde Entreculturas quieren resaltar que esa diversidad es una fuerza motriz para el desarrollo, la cohesión social y la paz. Vivimos en sociedades crecientemente diversas e interconectadas. Esta realidad global se traduce en entornos locales donde las personas conviven entre culturas, idiomas, religiones, identidades, formas de relacionarse, de hacer y entender el mundo plurales y únicas.
Hoy en día se están multiplicando rápidamente los discursos basados en el miedo al otro o a la otra, a lo diferente, alimentando reacciones que excluyen, segregan y criminalizan a las personas alrededor del mundo. Se están abordando los flujos migratorios mediante la construcción de muros, el cierre de fronteras, el aumento de la vigilancia, la securitización y la suspensión de la libre circulación. Diez de los 28 Estados miembro de la UE, entre ellos España, ha erigido muros en sus fronteras debido a razones migratorias. Los muros, no obstante, no son solo físicos y terrestres, lo son también, mentales con un aumento de los países en los que los partidos xenófobos han obtenido resultados al alza en las elecciones.
Es aquí donde la responsabilidad compartida como ciudadanía global entra en juego cada día, tal vez más que nunca hoy en día, en cada una de nuestras decisiones: está en nuestras manos generar narrativas y acciones que pongan en el centro la necesidad de encontrarnos en diversidad, de construir convivencia intercultural desde el respeto y el entendimiento, si lo que queremos es un mundo más pacífico, igualitario e inclusivo.
Esta convivencia se vive cada día a nivel comunitario en los pueblos, barrios, ciudades y territorios. Además, la comunidad que nos rodea es con la que compartimos espacios, recursos, y oportunidades, entre muchas otras cosas, y su desarrollo y bienestar también requiere la participación de todas las personas que viven en ella. La experiencia demuestra alrededor del mundo que es precisamente a través del encuentro intercultural como se alcanza esta inclusión, bienestar y desarrollo comunitario para todas las personas, creando redes de acción y transformación sobre las propias realidades.
Vinculación entre la escuela y el entorno comunitario
En Entreculturas llevan años trabajando desde esta perspectiva en los proyectos, campañas y misión educativa. La experiencia defendiendo el derecho a la educación en entornos de diversidad sociocultural ha demostrado el valor que tiene la metodología del encuentro y el trabajo colectivo entre culturas para promover convivencia, aprendizaje, adquisición de habilidades sociales, y el desarrollo de una ciudadanía comprometida, solidaria y empática. Esta línea de trabajo que están impulsando, llamada Decide-Convive, está basada en una educación que trasciende el aula y decide vincularse con los desafíos y necesidades de su comunidad, que moviliza e incide en su entorno, y por ello construye cultura de paz, acogida e inclusión entre todas las personas.
La apuesta por la vinculación entre la escuela y el entorno comunitario que la rodea implica una perspectiva intercultural, ya que necesariamente cuenta con la voz y participación de todas las personas que conviven en un mismo lugar. Entreculturas cuenta con los siguientes proyectos que desarrollan esta línea de trabajo:
El proyecto Decide-Convive: Jóvenes y centros haciendo realidad la Agenda 2030, financiado por el Ayuntamiento de Madrid, donde el alumnado, profesorado y barrios participantes han liderado acciones de sensibilización, movilización e incidencia en sus entornos educativos y comunitarios promoviendo cultura de paz, convivencia intercultural, sostenibilidad e igualdad de género a favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Otra de las actividades resultó en la vinculación de la segunda edición del proyecto de aprendizaje-servicio Miradas que Migran con espacios comunitarios, lo que resultó en una semana de encuentros dinamizados por el alumnado del Grado en Diseño de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. En el proyecto también han participado educadoras y educadores de 15 escuelas y organizaciones socioeducativas de Madrid, compartiendo buenas prácticas e integrando la metodología de la educación para la ciudadanía global. Para promover espacios de encuentro e intercambio educativo, en la última fase del proyecto se celebró el II Encuentro de Buenas Prácticas: Iniciativas educativas y comunitarias para la ciudadanía global, en el que se encontraron más de 60 personas de centros educativos, proyectos comunitarios, y organizaciones diversas.
Otro de los proyectos que se han desarrollado es el de Participación Comunitaria Intercultural con Radio Ecca en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y financiado por La Caixa. Creando espacios e intercambios culturales entre la ciudadanía de diferentes barrios de la ciudad, durante el proyecto se ha promovido su protagonismo directo en las actividades, convirtiéndose en agentes creadores y creadoras de convivencia intercultural y cohesión social. Al encontrarse en barrios con un alto porcentaje de población en riesgo de exclusión social y un elevado número de personas migrantes residiendo en ellos, esta metodología de trabajo entre diversos actores sociales, vecinas y vecinos, instituciones y colectivos, conlleva que las personas participantes tomen iniciativa para liderar espacios de diálogo, intercambio, ocio, artes para fortalecer el tejido social, la convivencia y el bienestar colectivo. A través de estas experiencias de trabajo en grupo y sensibilización en valores interculturales, se impulsa la creación de relaciones positivas, que son el ingrediente para establecer vínculos comunitarios de acogida e inclusión.
Las oportunidades que abre a Entreculturas esta línea de trabajo de vinculación entre la educación y el desarrollo comunitario son infinitas, ya que cada contexto de participación cuenta con un mosaico de diversidad sociocultural único y cambiante, lo que permite escuchar, aprender y adaptar las metodologías de trabajo al contexto. La pedagogía del encuentro basada en la diversidad, la inclusión y la horizontalidad es clave para la construcción de un mundo más igualitario, inclusivo y sostenible.