El 17 de abril se celebra la festividad litúrgica de la beata María Ana de Jesús, copatrona de Madrid.
La parroquia Beata María Ana de Jesús (Guillermo de Osma, 10) celebra este año la fiesta de su titular en medio de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19. Como explica su párroco, Juan Francisco Macías, todos los años trasladan la fiesta al domingo más cercano. Este año, iba a tener lugar el día 19. Además de la Misa solemne en honor a la titular, con veneración de la reliquia, y un encuentro festivo, estaba programado un concierto, y el tradicional rastrillo solidario a beneficio de Cáritas parroquial. Sin embargo, debido a la situación excepcional que estamos viviendo, nada de esto será posible.
Los sacerdotes que atienden el templo harán memoria litúrgica de la copatrona de Madrid en las misas que celebren, a puerta cerrada, este viernes día 17 y el domingo día 19 de abril. Lo demás queda suspendido o aplazado, como el rastrillo solidario, que se celebrará cuando la situación lo permita.
Cada día, el templo abre sus puertas de 9:00 a 14:00 horas para que aquellos fieles que quieran puedan acercarse a orar un rato, cumpliendo las normas establecidas por las autoridades sanitarias para este tiempo de pandemia.
Entre sus feligreses, la parroquia cuenta con personas que han fallecido por el coronavirus, otros que ya han sido dados de alta, o que están aislados en sus casas. Por todos ellos se preocupa el equipo sacerdotal, y a todos encomiendan en las eucaristías.
Cáritas
Desde Cáritas, se intenta atender las necesidades más urgentes, que en estos momentos son las relacionadas con la alimentación. Cada dia acuden en busca de ayuda familias afectadas por la pérdida de empleo.Y aquellos que no pueden trasladarse, lo reciben en sus casas gracias a los voluntarios. En estos momentos, la parroquia cuenta con comida gracias a la considerable solidaridad de muchas personas que han hecho donativos. Y a los suministros facilitados por la Junta de Distrito recibidos de donaciones de empresas y supermercados.
Sin embargo, una de las peticiones que empiezan a cursarse con más asiduidad, y que provocan gran preocupación, es la solicitud de ayudas para pagar los alquileres. Como la realidad de la zona es muy variada, el párroco cree que se van a tener que enfrentar a situaciones muy complejas que no sabe si podrán ser encauzadas a través de las ayudas oficiales. De momento, desde la parroquia se intenta ayudar a quien lo solicita.