La Comisión Diocesana contra la Trata de Personas de Madrid se suma, este 30 de julio, a la conmemoración del Día Internacional contra la Trata de Personas, «una jornada proclamada por las Naciones Unidas para alzar la voz y defender la dignidad de millones de personas atrapadas en redes de explotación», explica su coordinadora, Begoña Iñarra.
Este año, el lema es contundente: «La trata de personas es delincuencia organizada: ¡acabemos con la explotación!». «Porque detrás de cada víctima hay mafias que se lucran del dolor y la vulnerabilidad de los más indefensos —denuncia Iñarra—. Explotación sexual, trabajo forzado, servidumbre, matrimonios forzados, coacción para delinquir…». Y subraya: «Todo esto ocurre también aquí, en España, en Madrid, en nuestros barrios. No podemos mirar hacia otro lado».
30.7.25 - Día Mun. Contra la Trata de Personas
— Pastoral Social Madrid (@PasSocialMad) July 15, 2025
ACABEMOS CON LA EXPLOTACIÓN: https://t.co/l5lK078FNQ
Desde la Com. contra la Trata de nuestra @archimadrid te invitamos a unirte al grito: ¡NO a la trata, acabemos con la explotación!
¡Corre la voz! Es responsabilidad de todos/as. pic.twitter.com/lGYrsSOvA2
Proyecto social del Año Jubilar
La Conferencia Episcopal Española ha elegido la lucha contra la trata de personas como proyecto social del Año Jubilar, con el objetivo de visibilizar a las víctimas y restaurar su dignidad. «Queremos centrar nuestra atención en quienes sufren situaciones de extrema vulnerabilidad», explica Javier Vilanova, obispo responsable de la Comisión para la Pastoral Social, destacando además el apoyo a la labor de entidades como Adoratrices, Cáritas, Oblatas, Villa Teresita y Cruz Blanca.
En este contexto, Begoña Iñarra, coordinadora de la Comisión Diocesana contra la Trata de Personas de Madrid, lanza una llamada urgente: «Es una interpelación a todos los cristianos, y también a toda persona de buena voluntad, a no permanecer indiferentes. A mirar, a escuchar, a actuar. A comprometernos, desde donde estemos, en la erradicación de esta forma moderna de esclavitud que deshumaniza y rompe vidas».
Desde la Comisión Diocesana contra la Trata de Madrid trabajan para sacar a la luz esta realidad muchas veces invisible, apoyar a las organizaciones que acompañan a las víctimas y sembrar conciencia en parroquias, colegios, grupos y comunidades.
«Pedimos que nos ayudéis a abrir los ojos, a informar, a transformar —concluye Iñarra—, porque decir NO a la trata es decir SÍ a la libertad, a la dignidad y a la vida».