Noticias

Jueves, 29 febrero 2024 08:35

Benjamín Echeverría, director de la Archicofradía de Medinaceli: «No hay hora para cerrar la puerta del templo: siempre es cuando pasa el último de la fila»

Benjamín Echeverría, director de la Archicofradía de Medinaceli: «No hay hora para cerrar la puerta del templo: siempre es cuando pasa el último de la fila»

El pasado lunes, 26 de febrero, dieron comienzo los actos litúrgicos organizados por la Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, en colaboración con la Fraternidad de Hermanos Capuchinos, en honor al Cristo con motivo del primer viernes de marzo.

El padre Benjamín Echeverría, director espiritual de la Archicofradía, explica que «la devoción a Jesús de Medinaceli se remonta a los primeros tiempos de la llegada del Cristo a Madrid, en el año 1681. Es verdad que es una devoción que, a lo largo de la historia, dependiendo de los vaivenes políticos, ha tenido sus altas y sus bajas, porque el Cristo no siempre estuvo en esta casa». Y, es que, «cuando salieron las órdenes religiosas de España, la imagen estuvo acogida en algunos monasterios de clausura, y expuesta con los horarios que tenían. También estuvo en alguna parroquia, como la de San Sebastián». A pesar de eso, añade, «la devoción se ha mantenido en el tiempo. Y se ha ido centrando sobre todo en los viernes: todos los viernes del año abrimos la Iglesia a las seis y media de la mañana y la cerramos a las diez de la noche. Es el día del besapié. Y luego, como días más importantes, están el primer viernes de marzo y el Viernes Santo, con la procesión de Jesús por la calle».

En cuanto al primer viernes de marzo, confiesa que «no se sabe cómo comenzó esta devoción, que se centró más en el tiempo de Cuaresma. Algunos dicen que es porque fue un primer viernes de marzo cuando llegó el Cristo a Madrid, pero no se sabe con certeza cuál es el origen de la devoción». Lo cierto es que, prosigue, «es una imagen a la que acuden infinidad de devotos, todos los días del año. Vienen a pedirle cosas, pero sobre todo a darle gracias. Normalmente las peticiones que le hacen son las que tienen que ver con la vida de toda persona: tener salud, que haya paz en las familias, que hay armonía en las familias, que tengan trabajo… todo ese tipo de cosas. Y el testimonio de los devotos tiene que ver mucho con el agradecimiento, porque mucha gente viene a dar gracias porque le ha pedido algo al Cristo y le ha sido concedido».

NuevaDetalleBesapieMedinaceli24

En cuanto a los devotos, asegura que «no solo vienen de Madrid, sino que proceden de todos los lugares de España. De todas las autonomías españolas viene gente. Es verdad que la devoción está más centrada en esos lugares donde, en primer lugar, los trinitarios, y luego los capuchinos, difundieron la devoción al Cristo. Por ejemplo, a la basílica vienen muchos devotos de la zona de La Mancha». En la actualidad, reconoce que «cada vez son más los latinos que vienen a visitar al Cristo. Y también los asiáticos, sobre todo filipinos que están en Madrid. Pero a lo largo del año, como estamos en una zona tan turística, en un enclave por el que pasan muchas personas de todos los lugares del mundo, son muchos los que se acercan a venerar al Cristo».

Triduo y besapié en honor al Cristo

«Cuando llega el primer viernes de marzo -indica-, o en Semana Santa, tanto la Archicofradía como la junta tiene un protagonismo especial en la organización y en el desarrollo de los actos que se programan: desde la presentación del cartel de la estación de penitencia hasta el pregón que se hace todos los años, o la organización del besapié que se desarrolla todos los viernes del año, o los preparativos que conlleva la organización de la procesión por las calles de Madrid… Hay que contar con muchas cosas: con la Policía, con temas de seguridad para que todo funcione de manera ordenada…».

Los cultos organizados en honor al Cristo para el primer viernes de marzo comienzan con un triduo. «Se hace de una manera sencilla. Empieza a las 19:30 horas con las oraciones y el rezo del rosario, y continúa con la celebración de la Eucaristía a las 20:00 horas que normalmente preside uno de los frailes de la comunidad capuchina. Después de la Misa, el Besapié. Esto, hasta el miércoles 28, porque el día 29 la basílica permanece cerrada para organizar todas las cosas, para que a las 12:00 de la noche esté todo en orden y se pueda desarrollar con normalidad la jornada del primer viernes».

Una jornada, la mañana, viernes 1 de marzo, en la que se espera que miles de devotos acudan a postrarse ante la imagen del Cristo. «No sabemos cuántos fieles pasan ese día por la basílica. Otras veces, la Policía Municipal nos ha dicho que pueden pasar en torno a 300.000 personas. Y en la procesión de Semana Santa dicen que suele haber entre 800.000 y un millón de personas. Creo que es mucho, pero esos son los datos que manejan», apunta.

DetalleCaraCristoMedinaceli23

Pero, a pesar de la multitud, afirma que «todo se desarrolla con normalidad. «Para mañana, primer viernes de marzo, contamos con cerca de 300 voluntarios que dedican unas horas para que todo desarrolle con normalidad. Además, como ese día vienen las autoridades a esta casa, empezando por la Casa Real, hay medidas de seguridad especiales. Y de hecho contamos siempre con la presencia de la Policía Nacional y la Policía Municipal a lo largo de toda la jornada. Y también con el Samur: son los que nos marcan el final del día, ya que son los últimos que pasan siempre a besar al Cristo, y nos dicen cuándo podemos cerrar la Iglesia». Porque, insiste, «no hay hora para cerrar la puerta del templo: siempre es cuando pasa el último de la fila».

Reconoce que «la jornada se puede alargar dependiendo de las peregrinaciones, porque la gente de Madrid responde siempre bien. Los madrileños pasan por una fila, mientras que las peregrinaciones pasan por otra. Si fallan las peregrinaciones, se va desdoblando la fila, y eso hace que se agilice la espera. Pero todo depende de las peregrinaciones que vengan», que, aunque desde la pandemia «han bajado el número, el año pasado ya remontó un poco».

Escucha, disponibilidad, acogida

La labor de la comunidad capuchina es muy intensa en la jornada del primer viernes de mes. Y, es que, «desde las doce de la noche tenemos la cripta abierta para confesiones, con el mismo horario que el templo. Y en la basílica celebramos la Misa cada hora: 25 Misas en total. Además, son muchos los que acuden a rezar, no solamente por la noche, sino también durante todo el día. Es verdad que hay horas en las que viene más gente, pero nosotros estamos ahí, para prestar este servicio de confesiones y celebrar la Eucaristía. Quizás en alguna hora de la noche baja un poco el volumen, pero en cuanto amanece… Todo depende mucho del tiempo que pueda hacer, ya que eso es lo que anima a la gente a esperar, a tener más paciencia y más fuerza para esperar su turno y venerar al Cristo».

En cuanto a lo que el padre Benjamín Echeverría pide al Cristo, confirma que será lo mismo que todos los años: «Que los frailes podamos seguir haciendo este ejercicio de escucha y de disponibilidad para quien se acerque a esta casa; que nos ayude también a ser acogedores en esta fraternidad; que nos ayude a continuar con esa dimensión solidaria que hay en esta casa; que nos ayude a acoger a los subsaharianos que siguen viniendo; que nos dé esa luz para seguir desarrollando nuestra tarea pastoral aquí, en esta casa».

DetalleCristoMedinaceliTunica23

Arzobispado de Madrid

Sede central
Bailén, 8
Tel.: 91 454 64 00
info@archidiocesis.madrid

Catedral

Bailén, 10
Tel.: 91 542 22 00
informacion@catedraldelaalmudena.es
catedraldelaalmudena.es

 

Medios

Medios de Comunicación Social

 La Pasa, 5, bajo dcha.

Tel.: 91 364 40 50

infomadrid@archimadrid.es

 

Informática

Departamento de Internet

C/ Bailén 8
webmaster@archimadrid.org

Servicio Informático
Recursos parroquiales

SEPA
Utilidad para norma SEPA

 

Search