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Jueves, 07 agosto 2025 08:05

Campo de trabajo de Cáritas para jóvenes voluntarios en el Hospital Universitario 12 de Octubre: «Te das cuenta de la importancia de la escucha»

Campo de trabajo de Cáritas para jóvenes voluntarios en el Hospital Universitario 12 de Octubre: «Te das cuenta de la importancia de la escucha»

El grupo de jóvenes voluntarios nos espera a las puertas del despacho que Cáritas Diocesana de Madrid tiene en la antigua Maternidad del Hospital Universitario 12 de Octubre, hoy oficinas. Están sentados en el suelo, pero dan un bote ágil —la edad se lo permite— cuando llega Laura, su coordinadora.

El proyecto de Cáritas en el 12 de Octubre lleva ya 30 años de recorrido. Se trata de acompañamiento y escucha a pacientes que incluye visitarlos en sus habitaciones durante su convalecencia, acompañarlos a las consultas si están solos, jugar con los niños hospitalizados… Los voluntarios también acuden a la unidad de Psiquiatría y a Custodia (policial: detenido o presos heridos o enfermos).

En verano se hace un campo de trabajo para jóvenes que desean realizar un voluntariado una vez concluido el curso lectivo. Este año han sido once los chavales que se han dado cita. Hablamos con Yago (23), Irene (19), Alicia (18), Flavio (20), José (25), Claudia (19). Falta Guan, originario de Vietnam, seminarista estudiando en Madrid, que justo ese día está enfermo. Y alguno más que ya se ha vuelto a su lugar de origen.

«¿Cuándo vuelves?»

Al hospital llegan a las 10 de la mañana, y lo primero es ponerse la bata sanitaria con el logo de Cáritas. Después, de dos en dos o de tres en tres, acuden a las habitaciones orientados por el propio hospital, «este está más solo» o «aquel lo necesita», intentando ir siempre a las mismas habitaciones y las mismas personas.

Sin avasallar, dejando al paciente que hable si así lo desea o, simplemente, estando con él para que no se sienta solo. Les ha pasado con alguno que no ha dicho nada en todo el rato, pero cuando el voluntario ha hecho además de irse, le ha preguntado «¿cuándo vuelves?».

Esa soledad tan manifiesta es una de las cosas que más les ha llamado la atención a los chavales. «Me llevo haber descubierto una necesidad que no imaginaba: tanta soledad en el hospital y tanta necesidad de escucha», afirma Yago.

Doce octubre caritas grupo

La realidad del suicidio y de la migración

A Flavio y a él les pasó que conocieron a un joven que se había intentado suicidar tirándose por un puente. Al principio, cuando empezaron a ir a su habitación, no hablaba, pero «ha ido mejorando: se ríe, conversa con nosotros…; no somos psicólogos, pero sí te das cuenta de la importancia de la escucha».

Alicia, por su parte, quedó conmovida con un «chico de Nigeria que nos contó cómo fue venir de África» y el choque emocional que le supuso «pensar que se iba a encontrar el dinero por las calles» y darse cuenta de una realidad mucho más dura al llegar. En el hospital «estaba muy agradecido y con mucha fe porque si el accidente que había tenido le hubiera pasado en su país, igual no lo hubiera contado».

También se han dado cuenta de que no solo necesitan acompañamiento los pacientes. A los familiares y acompañantes también les viene bien hablar. Como dice Marta, «con pasar un rato con ellos ya les hace mucho bien». «A veces son los que más sufren», señala Alicia, «los padres con bebés ingresados, los hijos…».

Mientras hablamos con los chicos llega Soledad, jefa de Sección de Voluntariado del hospital, que se muestra absolutamente agradecida a los jóvenes voluntarios. «En el siglo XXI lo más escaso es el tiempo; ellos nos regalan tiempo y prestan todas sus capacidades». En estos tiempos en que «la tecnología aleja a las personas de las personas, estos jóvenes son personas que se acercan a las personas».

Tardes de educación en la calle

El voluntariado han sido dos semanas de actividad combinada: por las mañanas en el hospital, y por las tardes, en el programa de educación de calle con jóvenes del barrio, en el parque de Pradolongo (Usera). Se trata de jugar y charlar con ellos para alejarlos de los peligros de la calle, fundamentalmente la droga. También esto les ha hecho abrir los ojos a una realidad desconocida para muchos de ellos.

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