Desde hace más de 100 años, el comedor social de las Hijas de la Caridad (Martínez Campos, 18) abre sus puertas los 365 días del año para atender a personas vulnerables: desde familias necesitadas que recogen la comida a diario para llevarla y consumirla en sus casas a personas en situación de calle, o con problemas de salud mental, adicciones... En 1997 se reestructuró, y surgió el Programa Integral San Vicente de Paúl (PISVP) para dar una respuesta más completa a todas esas necesidades, añadiendo al comedor los servicios de un centro de día, un centro de acogida, pisos de inserción y pisos de apoyo social.
Cuando comenzó el confinamiento debido a la pandemia que estamos sufriendo a causa del COVID-19, tanto el comedor como el centro de día tuvieron que cerrar sus puertas. Pero el servicio de comedor ha continuado funcionando, gracias a los trabajadores y la labor de las Hijas de la Caridad, adaptándose a la nueva situación.
Así, todos los días se presentan a por comida entre 350 y 380 personas, la mayoría en situación de calle. Aunque, como afirma la hermana Josefa Pérez, directora técnica del Proyecto, se atiende a todo el que llega. Cada uno de ellos recibe una bolsa que contiene un táper con alimentos cocinados variados, dos bocadillos, fruta y una botella de agua. Un servicio de comida y cena que consumen en sus domicilios o en las habitaciones en las que residen.
De los 300 usuarios habituales del comedor, solo acuden unos 110. El resto son casos nuevos.
Atención a familias
Además, desde el comedor se sigue realizando un seguimiento a 60 famillias que ya eran atendidas antes del inicio de esta crisis.
Un miembro de cada unidad familiar acude dos días a la semana para llevarse a sus casas alimentos cocinados: un día reciben los que necesitan para 3 jornadas, y otro los correspondientes a cuatro dias.
Solidaridad
La hermana Josefa Pérez manifiesta su agradecimiento ante la solidaridad de la gente. Así, los tápers para la comida se los proporcionan; además, reciben donaciones de empresas, de particulares y de centros.
Pero a pesar de la generosidad, cualquier ayuda es bien recibida, porque siempre hay gastos. Por eso, quien quiera colaborar puede ponerse en contacto a través del email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..