Juan Aranda, hermano mayor de Los Estudiantes de Madrid, está en la casa de hermandad recolocando enseres. Muestra orgulloso cómo va quedando el espacio después de una importante reforma que cambió por completo el aspecto de la casa. Lo último, unos armarios montados por algunos de los hermanos más apañados para guardar y proteger adecuadamente el ajuar y las vestimentas delicadas, como los trajes de los monaguillos.
«Yo entré en la hermandad queriendo ser costalero del Señor», cuenta con sencillez. Pero en vez del costal, Juan se visitó la túnica de nazareno y, en su primera estación de penitencia, portó el senatus, un estandarte que recuerda la Jerusalén romana en la que sufrió Jesucristo su Pasión y Muerte.
El próximo sábado 13 de septiembre, el hermano mayor sustituirá el traje de faena con el que le vemos este jueves, 11 de septiembre, por la chaqueta y la corbata para participar, junto a su hermandad, en el Jubileo de las Hermandades y Cofradías convocado por la diócesis de Madrid. «Estamos muy ilusionados, es una manera muy bonita de empezar el nuevo curso, ganando el jubileo en este año santo de la esperanza», afirma.

Todos los hermanos están convocados, junto a las más de cien cofradías de la diócesis, y a ellos los tendrá presente Juan cuando atraviese la puerta santa de la catedral de la Almudena. «En el corazón llevaré el corazón de todos los hermanos, y aunque muchos no puedan estar, lo voy a hacer por ellos; el jubileo no será para mí, será para toda la corporación», expresa.
Además, esta oportunidad es para el hermano mayor más especial si cabe «no solo por el hecho de representar a tu propia hermanandad, sino de hacerlo conjuntamente con todas las hermandades, en un momento, además, de mucha sintonía, sobre todo entre las de penitencia». «La puesta en escena de la última Semana Santa en Madrid ha demostrado la unión y la confraternización entre todas, y ahora ganar el jubileo de forma conjunta es de una gran belleza espiritual», añade.

Así, «estamos muy contentos en participar en esta celebración jubilar diocesana», aunque reconoce que «la fecha es más complicada para convocar a tanta gente como desearíamos». El todavía descanso vacacional de muchos, sobre todo de los más mayores, y la vuelta a la rutina laboral de otros lo dificulta. A ello se suma que el domingo 14 de septiembre, en la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, la hermandad celebra el arranque del curso cofrade con una solemne Eucaristía a las 12:30 horas en la basílica pontificia de San Miguel, su sede canónica, en la que se efectuará la adoración de la cruz y la veneración de la sagrada reliquia del lignum crucis.
En este sentido, «comenzamos el curso con la misma ilusión de siempre», dando «pasos hacia adelante en la formación, la caridad y el culto a nuestros sagrados titulares». En estos últimos años, en los que «hemos tenido la fortuna de ir aumentando el número de hermanos que se incorporan, una media de 40 nuevos integrantes en cada jura de reglas», la hermandad se ve inmersa en una renovación generacional al incorporarse nuevos jóvenes. «Queremos implicarlos cada vez más», algo que ya se vio patente en la elección de la última Junta de Gobierno, que agregó voces jóvenes.

