La Catedral de Santa María la Real de la Almudena ha acogido este sábado 18 de octubre, el Jubileo de Padres y Madres de Sacerdotes, una cita que ha congregado a numerosas familias de toda la diócesis de Madrid. La celebración ha estado presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, quien en su homilía ha querido agradecer la entrega, la fe y el acompañamiento de tantos padres y madres que han sostenido con su oración la vocación de sus hijos.
Durante la misa, el cardenal ha recordado que «las familias son verdaderas iglesias domésticas, donde la fe ha nacido y ha crecido en silencio, en el amor cotidiano y en la oración compartida». En su mensaje, ha expresado su gratitud «por haber ayudado a crear un clima de fe y de decisión donde la llamada del Señor ha sido posible».
Así, ha destacado también que la vocación de los hijos sacerdotes ha implicado siempre una vocación compartida por sus padres, «que han ofrecido al Señor la vida de sus hijos y han aprendido a acompañarlos con generosidad y desprendimiento». El arzobispo ha subrayado que Dios «no elige a sus sacerdotes para que crezcan solos, sino dentro de una comunidad», e ha invitado a todos los presentes a seguir cultivando la fe en familia: «En casa hemos aprendido a rezar, a amar a Dios y a servir a los demás. La fe se ha transmitido en gestos sencillos, antes incluso de poder expresarla con palabras». «Hoy queremos proclamar que la vocación sacerdotal nace también en el seno de una familia que se atreve a escuchar la llamada de Dios, que se atreve a esperar, a confiar y a acompañar. No es un hecho aislado: vuestros hogares han sido la primera catedral donde esa semilla ha podido germinar. Gracias por haber regalado un ambiente donde el Señor ha podido decir: “Ven, sígueme”, y vuestros hijos han respondido». «Vosotros, padres y madres, habéis sido testigos de ese proceso entrañable: habéis sido formadores sin querer ocupar el centro, simplemente haciendo silencio, acompañando al hijo que escuchó la voz de Dios, y sosteniendo sus pasos con paciencia. En ese silencio generativo se ha forjado el “sí” que hoy celebramos».
?? El @CardenalCobo en el Jubileo de Padres y Madres de Sacerdotes de @archimadrid : «La vocación nace también en el seno de una familia que se atreve a escuchar la llamada de Dios, que se atreve a esperar, a confiar y a acompañar»https://t.co/i5Ru9mkjol pic.twitter.com/B2HnBfOCJS
— Archidiócesis de Madrid (@archimadrid) October 18, 2025
«Somos familia»
En un ambiente de emoción, los padres y madres de sacerdotes han participado con emoción en la Eucaristía, que ha sido un momento de comunión y de acción de gracias por las vocaciones surgidas en el seno de las familias cristianas y han dirigido unas palabras de agradecimiento a los padres, elevando una oración al Señor: «Señor Dios de misericordia, nos postramos ante ti con el corazón rebosante de gratitud. Te damos gracias porque un día comunicaste a nuestros hijos el inmenso don de la vocación sacerdotal. Hoy contemplamos con admiración cómo tu mano providente siempre nos acompaña y cómo ellos, fiados de ti y bendecidos por tu gracia, responden con un “sí” generoso. En esta tarde, en presencia de nuestro querido obispo y acompañados por tu Iglesia, te pedimos, Jesús, que sostengas su ánimo, que suscite nuevas vocaciones entre los jóvenes y que derrames sobre ellos la fuerza del Espíritu, para que sean fieles y su vida dé fruto abundante. Que sean santos y que, con su ministerio, sigan construyendo la familia de los hijos de Dios en torno al Señor que nos convoca».
«Es una iniciativa que nació de los curas jóvenes durante un encuentro que tuvieron con el cardenal y que él ha acogido con cariño e ilusión», ha señalado Juan Carlos Merino, vicario para el Clero de la archidiócesis de Madrid, que ha expresado que esta celebración es la forma de «mostrar la cercanía del arzobispo con los padres que han sido tan importantes en la vocación de sus hijos». Además, ha agradecido al cardenal «sus palabras de aliento y de ánimo» y ha recordado que «todos formamos una sola familia en torno a Cristo, con un mismo deseo de fidelidad y servicio».
Tras la celebración, se ha compartido un ágape en la plaza de Juan Pablo II donde los padres y madres, acompañados de sus hijos, visiblemente emocionados, han expresado su profunda gratitud por este encuentro, en el que han sentido la cercanía de la Iglesia y el reconocimiento a su papel en el acompañamiento de las vocaciones sacerdotales.