La diócesis de Madrid retoma, como se viene haciendo en los dos últimos cursos, las vigilias por la paz mensuales en cada una de las vicarías. Así, este mes de noviembre será la Vicaría VIII quien la acoja, en concreto la parroquia San Germán (San Germán, 26), con una Eucaristía el jueves 28 de noviembre a las 20:30 horas.
Organziadas por la Comisión diocesana de Justicia y Paz, su sentido, en palabras de su consiliario, Ignacio María Fernández, es, en primer lugar, significar «el valor que tiene la oración para construir el Reino de Dios». Una de las cosas más contrarias a la construcción del Reino, continúa el sacerdote, es la violencia. «La guerra es negar el Reino de Dios».
En segundo lugar, con las vigilias se destaca «el valor de la oración común, de rezar todos juntos». Junto a ello, «es un testimonio de amor a las víctimas» que da la Iglesia, y una muestra de su preocupación «por la conversión de los pecadores». Es, asimismo, «un testimonio que tiene que dar la Iglesia de que en su corazón late el sufrimiento del mundo». «La Iglesia no está ajena al dolor» de las personas, añade el consiliario, que subraya: «La guerra ataca el mayor don de Dios, que es la vida y el poder vivir como hijos suyos».
Y se hacen vigilias de oración por la paz, concluye Fernández, por la «propia incapacidad de construir un mundo justo» y libre de violencias «sin la ayuda de Dios».
Por vicarías
El hecho de que las vigilias diocesanas por la paz vayan rotando por vicarías «es buscar la cercanía, reconocer el valor de la encarnación territorial de la diócesis y facilitar el acceso a todo el mundo».
Para el mes de noviembre se celebrará una Eucaristía, aunque no siempre son así. «Hay ocasiones es que es una liturgia de la Palabra o una exposición del Santísimo».