Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha recibido la medalla 'Caridad en Esperanza', concedida por la Sociedad San Vicente de Paúl «por estar al servicio de la Iglesia, por su apoyo pastoral y espiritual a las comunidades necesitadas, perseguidas y que sufren». Renato Lima de Oliveira, presidente general internacional de la Sociedad, ha reconocido «el extraordinario servicio humanitario de ACN, su ayuda a miles de personas en situación de riesgo, como migrantes, refugiados y perseguidos, en particular, ante la difícil situación causada por la pandemia de COVID-19».
Este año, el Consejo General Internacional ha elegido por unanimidad a ACN para hacer entrega de esta distinción que «es el más alto reconocimiento dentro de nuestra Sociedad San Vicente de Paúl». El presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, Antonio Sáinz de Vicuña y Barroso, ha recogido la medalla en nombre de Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo internacional, durante el acto de entrega que se ha celebrado este 11 de septiembre en la sede en España.
Sáinz de Vicuña ha expresado que «ambas organizaciones (ACN y Sociedad San Vicente de Paúl) coinciden en responder al odio y miserias de nuestro planeta con el ejercicio de la caridad, particularmente en tiempos y lugares difíciles, y en difundir la esperanza en un Jesucristo triunfador frente a la cruz de las persecuciones y de las catástrofes naturales».
Desde su creación en 2017, la medalla 'Caridad en Esperanza' se ha entregado a varias instituciones presentes en el ámbito de la caridad, la asistencia social y también la ayuda humanitaria. La Fundación Pontificia ha sido reconocida con esta insignia por su «espíritu de servicio, confianza en la Divina Providencia, humildad, transparencia, eficacia y eficiencia en la gestión». Asimismo, Lima de Oliveira ha reconocido que ACN «es un ejemplo de entidad seria, comprometida con el Evangelio al igual que nosotros los miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl».
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha llevado a cabo desde 2019 más de 870 proyectos (de los cuales 460 son estipendios de misas), para paliar las dificultades causadas por la pandemia del COVID-19 por un valor de 4,34 millones de euros. Anualmente apoya más de 5.000 proyectos pastorales y de emergencia humanitaria en 140 países, con más de 20 oficinas en el mundo, dedicadas a la información, al fomento de la oración y a la recaudación de fondos.
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