Este domingo, 29 de junio, la Iglesia celebra una de las grandes fiestas de la familia cristiana: la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo. «Son un punto de referencia para nosotros», afirma Lino Emilio Díez, coordinador de Liturgia de la Vicaría I y párroco de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento. En este día recordamos su fe, su testimonio, su celo apostólico y su alegría de creer en Jesús. «Nos alegramos de su fidelidad, porque gracias a ellos —y a los demás apóstoles y discípulos de los primeros tiempos— la Buena Noticia ha llegado hasta nosotros», añade.
?Lino Emilio Díez, coordinador de Liturgia de la Vicaría I: «El #ÓboloSanPedro, signo de cercanía al @Pontifex_es para difundir el Evangelio por todo el mundo»
— Archidiócesis de Madrid (@archimadrid) June 24, 2025
➡️La colecta del próximo domingo tiene como fin sostener la misión del #Papa en todo el mundohttps://t.co/2FkLuqt5qS pic.twitter.com/n62biCIWK9
El Martirologio Romano recoge así esta fiesta: Solemnidad de san Pedro y san Pablo, apóstoles. Simón, hijo de Jonás y hermano de Andrés, fue el primero entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de Dios vivo, y por ello fue llamado Pedro. Pablo, apóstol de los gentiles, predicó a Cristo crucificado a judíos y griegos.
Ambos anunciaron el Evangelio en Roma impulsados por la fe y el amor a Jesucristo, y allí sufrieron el martirio durante la persecución de Nerón. Según la tradición, Pedro fue crucificado cabeza abajo y sepultado en el Vaticano, cerca de la Vía Triunfal; Pablo fue degollado y enterrado en la Vía Ostiense.
«En este día, su triunfo es celebrado por todo el mundo con honor y veneración», concluye Lino Emilio.