El dato más importante de la Misa Crismal -el nombre que recibe esta celebración- es que en ella se consagra el santo crisma y se bendicen los otros óleos. Es una misa en la que el obispo concelebra con su presbiterio, es decir, una manifestación muy fuerte de la comunión de los presbíteros con su propio obispo.
La consagración del crisma y la bendición del óleo de los enfermos y de los catecúmenos normalmente la realiza el obispo el Jueves Santo en una misa por la mañana, pero como ese día es difícil que clero y Pueblo puedan reunirse con el obispo, ya que están preparando la celebración de la tarde del Jueves Santo, esta bendición se puede anticipar a otro día siempre que sea cercano a la Pascua.
El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, presidirá la Misa Crismal, el Martes Santo, 15 de abril, a las 12:00 horas, en la catedral de la Almudena. En esta celebración se reúnen y en ella concelebran los presbíteros que como testigos y cooperadores del obispo en la confección del crisma participan en su sagrado ministerio de enseñar, santificar y regir al pueblo de Dios. De este modo se manifiesta con claridad la unidad del sacerdocio y del sacrificio de Cristo que se perpetúa en la Iglesia.