El pasado 15 de octubre, fiesta de santa Teresa de Jesús, tuvo lugar en la sede del Arzobispado el encuentro de inicio de curso del Ordo Virginum de la archidiócesis, presidido por monseñor Jesús Vidal Chamorro, obispo auxiliar de Madrid. El prelado estuvo acompañado por el vicario episcopal para la Vida Consagrada, padre Elías Royón Lara, SJ, y el padre Enrique González Torres, sacerdote diocesano que acompañará a las tres aspirantes que el pasado 9 de octubre iniciaron el periodo de formación y discernimiento en la vocación.
Con la participación de casi la totalidad de las vírgenes consagradas de Madrid, la reunión comenzó en la capilla con el rezo de vísperas. Durante el encuentro se presentó el programa para el curso pastoral 2019-2020, que incluye retiros y formación permanente.
Las vírgenes consagradas de Madrid inician este nuevo curso llenas de agradecimiento e ilusión por el 50 aniversario de la promulgación del renovado ritual de consagración de vírgenes, que se conmemorará el próximo 31 de mayo. Con este motivo, la Santa Sede, a través del deseo expresado por el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, cardenal João Braz de Aviz, de «ver llegar a Roma las vírgenes consagradas de todo el mundo en un nuevo encuentro internacional, para celebrar con Pedro el 50 aniversario del rito», ha convocado un encuentro internacional de vírgenes consagradas en Roma del 28 al 31 de mayo del 2020.
Jornada de formación para todos los fieles
En Madrid tendrá lugar en el tiempo pascual una jornada de formación sobre el ritual de consagración de Vírgenes, abierta a todos los fieles, y organizada conjuntamente por la Vicaría episcopal para la Vida Consagrada y la Universidad Eclesiástica San Dámaso, así como una Eucaristía de acción de gracias en la catedral de la Almudena, presidida por monseñor Jesús Vidal.
Por su parte, el padre Elías Royón comentó el discurrir de la vida del Ordo Virginum en la diócesis a la luz de la Eclesiae Sponsae Imago (instrucción sobre el O.V. y primer documento de la Sede Apostólica que profundiza la fisonomía y la disciplina de esta forma de vida, después del rito litúrgico y las normas contenidas en él). Agradeció la implicación del padre Enrique González Torres en esta parcela de la diócesis, y comunicó que en este curso se incorporaría a los encuentros formativos del Ordo de Madrid una virgen consagrada de la diócesis de Mérida-Badajoz, tras la grata experiencia del curso pasado con la incorporación de una virgen diocesana de Alcalá de Henares.
Por su parte, monseñor Vidal exhortó a las presentes a vivir con intensidad una de las dimensiones específicas de su carisma: la comunión con el obispo diocesano. Como expresión de dicha comunión, las invitó a participar e implicarse intensamente en el Plan Diocesano Misionero que se va a celebrar en toda la diócesis durante los próximos años. Con este motivo, el prelado explicó detalladamente la carta pastoral del cardenal Carlos Osoro para este curso 2019-2020, titulada En la misión: ¿Qué quieres que haga por ti?.
Tras el turno de preguntas y comunicaciones varias, concluyó este encuentro, que es un gran presagio para hacer vida las palabras pronunciadas por monseñor José Rodríguez Carballo, OFM, secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, en la presentación de la instrucción Eclesiae Sponsae Imago: «La reaparición del Ordo virginum, vocación específicamente femenina, es un dato significativo no solo para la comprensión y valorización de la presencia de las mujeres en el pueblo de Dios, sino también, y más radicalmente, con el fin de profundizar en la consciencia que la Iglesia tiene de sí misma como Esposa de Cristo, Pueblo de Dios que en la historia camina hacia el cumplimiento escatológico. El haber vuelto a proponer esta forma de vida en la Iglesia podría parecer un anacronismo, pero es un acto de confianza en la acción del Espíritu, que está llevando a muchas mujeres a elegir e interpretar esa vocación a la luz del camino recorrido por la Iglesia a través de los siglos y según las necesidades del contexto histórico actual: se trata de un verdadero camino de santificación, fascinante y exigente».