Roma acogió el pasado fin de semana del 7 y 8 de junio a más de 70.000 peregrinos de todo el mundo para celebrar el Jubileo de los Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades. Una oportunidad de comunión eclesial, como subrayó el Papa León XIV, «que es posible», tal y como vivió Nieves. Representante de las Voluntarias de Dios dentro del movimiento de los Focolares, fue una del grupo español focolar que está en Roma —han prolongado su peregrinación hasta el día 16 de junio— y que vivió el encuentro.
Junto a otros miembros de la diócesis de Madrid y resto de diócesis de España, Nieves desprende entusiasmo e ilusión al otro lado del teléfono, hablando de camino a Loreto, donde este lunes 9 de junio visitaban a la Virgen. «Coincide que me casé en 1975, año jubilar, pero no pude ir a Roma; en el año 2000, tampoco; y ahora, en esta nueva oportunidad, era la ocasión», resuelve. Con la «fortuna», además, de «cambio de Papa y esa ilusión por conocer al Papa León». Igualmente destaca que se haya convocado este Año Santo bajo el signo de la esperanza, «algo de lo que estamos tan necesitados en la Iglesia».
Nieves y su grupo están alojados cerca de Roma, en una casa de los focolares. Lo primero que hicieron nada más llegar fue visitar Santa María la Mayor y allí aprovecharon para «dar gracias al Papa Francisco por todo esa tarea y ese nuevo impulso suyo de misión, apertura, salir y encontrarnos con el otro».
«Momento de esplendor»
Ya el sábado por la mañana tenían la entrada por la puerta santa a las 12:00 y «pudimos iniciar el Jubileo en sinodalidad», ya que como se hacen grupos de 40 personas para peregrinar por la Via della Conciliazione y ellos eran 20, se unieron a unas religiosas italianas y unos hermanos de Cursillos de Cristiandad de Cataluña. «Rezamos juntos el rosario de camino a la basílica, la oración al atravesar la puerta santa y el credo ante la tumba de san Pedro», y subraya Nieves lo bonito que fue hacerlo todos juntos.
«La vigilia de la tarde fue el momento de esplendor» en una plaza de San Pedro «llena desde las 16:30 horas», oyendo testimonios de vida impactantes. «La sorpresa fue que el Papa León dio vueltas por toda la plaza», y se impresiona aún Nieves cuando recuerdo su cara, «estaba verdaderamente emocionado, como diciendo “esto es una realidad palpable”». La realidad de ver «una Iglesia de tantísimos grupos y carismas con esa alegría de estar juntos, sabiendo que es posible la comunión».
De lo que dijo el Papa, la Voluntaria de Dios califica de «muy bonita la invitación que hizo a ser testigos y salir fuera de nosotros». Y trae a la memoria sus palabras, «no pongáis fronteras, límites a la acción de Dios», para que «seamos portadores de esa palabra del Señor; ser prójimos, amarnos unos a otros».
Nieves ha apreciado estos día sen Roma «la universalidad de la Iglesia, donde se ve mucho más lo que nos une que lo que nos separa; verdaderamente, el fuego del Espíritu Santo se hizo notar, no solo en la temperatura, también en el corazón».