«Me parece muy importante que alguien en la Iglesia quiera decir que una persona que se dedica a trabajar por los migrantes y los refugiados es otro Cristo en nuestro mundo». Con estas palabras explicó el sacerdote Pablo Seco sus primeras impresiones al ser galardonado con el premio Alter Christus en la categoría de Pastoral Social. Actual capellán del aeropuerto de Barajas, Seco vivió en primera persona la crisis de los migrantes hacinados en las instalaciones aeroportuarias de comienzos de este año.
Después de haber misionado en Japón durante 24 años, tiempo durante el cual fue capellán de prisiones y del apostolado del mar, y desde hace poco menos de dos años «aterrizado» en Barajas, sabe que lo que más necesita la gente «es poder hablar con alguien».
«No hay que olvidar que Jesús, desde su cultura judía y desde su identidad como judío, era capaz de entablar relaciones y acoger a samaritanos, gentiles, siro-fenicios, centuriones romanos…». Fue capaz, continúa el sacerdote, de «trabajar y tender puentes con los excluidos de la sociedad», como los cobradores de impuestos o los pecadores públicos. Así, «resaltar que Cristo sigue trabajando en nuestra sociedad y en el mundo moderno, acogiendo, tendiendo puentes, abriendo puertas a los migrantes y a los refugiados y a todas las personas extranjeras me parece que es algo loable».
En este punto, no obstante, se sitúa «como san Pablo, el último de los apóstoles», porque considera su concesión del premio «completamente injusto viendo la cantidad de personas que trabajan por los extranjeros en Madrid y en toda España». Aunque «bendito sea Dios» si sirve para destacar la labor de tantas personas, «voluntarios y sacerdotes», que «se están dejando el pellejo y trabajando tantísimo con tanta intensidad por acoger a estos migrantes y refugiados».
Concluye el capellán con el deseo de que «que este premio ayude a sensibilizar mucho más a la Iglesia y a nuestras parroquias del drama de estas personas» que, con sus dificultades, «lo único que están buscando es un espacio donde puedan desarrollar todas las capacidades con las que han sido bendecidos por Dios».
Dos sacerdotes de la diócesis
Los premios Alter Christus, otorgados por Regnum Christi, quieren poner en valor y agradecer la dedicación fecunda que los sacerdotes aportan a toda la sociedad. Junto a Pablo Seco también ha sido galardonado en esta edición, la decimosexta, otro sacerdote de la diócesis de Madrid, Gabriel Antonio Gómez, en la categoría de Pastoral Familiar. Con una destacada trayectoria al servicio de las comunidades rurales, es párroco de El Berrueco, El Atazar y Sieteiglesias, y también en la atención a los más vulnerables en la pastoral carcelaria y en la UVA de Hortaleza.
Junto a ellos han recibido el premio Alfonso Crespo en Atención al Clero y a la Vida Consagrada, Carlos Bosch en Nueva Evangelización y Luis Alfonso Zamorano, galardón Alter Christus especial por su acompañamiento a las víctimas de abuso y compromiso con la cultura del buen trato.
La entrega de los premios ha tenido lugar este lunes, 4 de noviembre, en la Universidad Francisco de Vitoria.