Habrá tres lugares en Madrid con una reliquia del futuro santo Carlo Acutis. Este joven, que murió en 2006 a la edad de 15 años, será declarado santo por el Papa Francisco durante el jubileo de los adolescentes, el último fin de semana de abril del año que viene en Roma. Beatificado en 2020, se convertirá en el primer santo milenial de la historia.
Los lugares que serán lugar de devoción de este joven son la parroquia de Santa María de Caná (Pozuelo), el centro diocesano Santa María de la Cabeza y la parroquia San Eulogio, en Vallecas. Esta última, de hecho, ya cuenta con la reliquia desde hace meses. Está estrechamente ligada al colegio diocesano del mismo nombre, y fue desde el centro escolar desde donde se realizaron las gestiones pertinentes para la obtención de la reliquia.
Así, a principios de curso hicieron una celebración con los alumnos en la que expusieron la urna relicario con la reliquia. La ceremonia estuvo presidida por José Luis Guzón, delegado de Enseñanza de la diócesis (imagen inferior), acompañado por el párroco, Quique Cabrera.
«La reliquia de Carlo Acutis es un auténtico regalo de Dios», señala este último, una vez conocida ya la fecha de canonización. «Se trata de un cabello de Carlo, con lo que es reliquia de primer grado porque es un resto directo de su humanidad». Esto le da, en sus palabras, «un plus de cercanía» a un santo que ya de por sí se ve actual.
Junto a la urna se ha colocado un cuadro del joven beato y todo está situado bajo el cuadro de San Eulogio, algo que al párroco le parece especialmente significativo. «Es un bonito contraste entre un mártir del siglo IX y un chico con niki y vaqueros, y el pelo alborotado, en esa imagen suya oficial tan fresca». Se ve en esto que «la santidad no se ha quedado relegada a la Edad Media, sino que hoy un chico de 15 años puede ser santo».
Jesucristo y los pobres
Un chico, resume, con «una vida muy atractiva, muy apasionante, breve pero tremendamente intensa». En ella se acentúan dos dimensiones, explica Cabrera: «Su amor por Jesucristo en la Eucaristía y la caridad concreta con los más pequeños, con los últimos, que vivía en Milán».
«Los santos —continúa el párroco— son obras maestras del Señor». Demuestran que «la santidad no es un ideal utópico, sino que se puede hacer realidad en la vida cotidiana». Sus reliquias, que son restos físicos suyos, «remiten a Jesucristo y son signos de su presencia».
Devoción acentuada
Desde que la reliquia está en su parroquia, Cabrera observa cómo la gente acude y reza ante ella, «en actitud de devoción». El domingo siguiente a su exposición, en la homilía, les habló de este joven y «de su vida maravillosa». Ahora, espera que la canonización será un «momento privilegiado para relanzar la devoción estupenda a los santos, que son mediaciones para dirigir el corazón y la vida hacia Jesucristo».
También en el colegio San Elogio lo vivirán con intensidad. El delegado de Enseñanza de la diócesis asegura que este centro «es muy significativo en la diócesis por el servicio social que realiza; es un cole estupendo». A estos alumnos se les propone la «figura de un joven, Carlo Acutis, que vivió en plenitud su adolescencia, entregado a los demás; los pobres fueron su preocupación toda su vida».