El vicario episcopal de la Vicaría VIII, el Padre Ángel Camino visitó la Casa de Acogida "San Agustín y Santa Mónica" de Cáritas Madrid, un centro apoyado por la congregación de los Agustinos.
Durante su visita, el vicario tuvo la oportunidad de conocer las instalaciones y compartir un tiempo con el equipo y los residentes del centro. «Vivimos una jornada entrañable», explica Inés Gil, responsable del proyecto, y permitió a los presentes compartir sus inquietudes, problemas, alegrías y esperanzas. Además, una de las residentes, María, afirmó que «gracias a Cáritas y a la Casa de Acogida, he encontrado un lugar donde puedo sentirme segura y empezar a caminar en mi vida».
La Casa de Acogida "San Agustín y Santa Mónica" es un recurso residencial de acogida 24 horas para personas en situación de dificultad social. Este centro, que depende de Cáritas Madrid y cuyo origen está ligado a la antigua Provincia Agustina Matritense, ofrece a sus usuarios un espacio para vivir en un ambiente familiar y acogedor, facilitando su recuperación y parte de su proceso de reinserción social.
Desde 1995, con motivo del centenario de la Provincia Matritense, la Orden de San Agustín se comprometió con este proyecto. Desde entonces, los Agustinos han brindado apoyo no solo económico, sino también promoviendo el voluntariado entre los jóvenes agustinos en formación. En sus inicios, la casa era un centro de acogida para enfermos de SIDA, pero con el tiempo ha evolucionado para atender a personas con diversos perfiles, todas ellas en situación de vulnerabilidad social.
El centro cuenta con 19 plazas, de las cuales 6 son de corta estancia y 9 de larga estancia, además de 4 plazas en convenio con la administración de Madrid. Actualmente, el equipo está compuesto por cerca de treinta personas voluntarias, educadores y tres hermanas de la congregación AMICO, que forman la Comunidad de Vida.
La visita del vicario «ha sido un momento significativo para todos, reafirmando el compromiso de la comunidad agustina con este valioso proyecto de apoyo y reinserción social». En este sentido, la responsable de la Casa de Acogida agradece al Padre Ángel esta visita y también «el poder compartir la vida, sentirnos que estamos juntos en este camino y que mutuamente nos ayudamos».