Noticias

Jueves, 27 julio 2023 09:52

Se mantiene la devoción a san Pantaleón en medio del estío madrileño

Se mantiene la devoción a san Pantaleón en medio del estío madrileño

La iglesia del Real monasterio de la Encarnación (plaza de la Encarnación, 1) se ha convertido este miércoles, 26 de julio, en foco de atención de numerosos devotos que han acudido, un año más, a venerar a san Pantaleón. Junto a ellos, también se acercan personas que desconocen el prodigio y quieren comprobar con sus propios ojos el proceso de licuefacción de la sangre de este médico y mártir contenida en una ampolla, que se conserva dentro de un relicario que custodian las monjas agustinas recoletas desde comienzos del siglo XVII. Este es el caso de Amalia Pérez, una hondureña de padres gallegos que reside en la capital, y que a lo largo de la tarde ha acudido varias veces a comprobar cómo está la sangre. «Hace unos días me encontré con una amiga, y me lo contó. Yo vengo mucho a Misa a este monasterio, pero no conocía al santo», confiesa. O el de Rafa y Marga, una joven pareja de turistas que se han topado con el fenómeno de casualidad. «Fuimos a visitar el monasterio de las Descalzas Reales, y allí nos hablaron de san Pantaleón. Y hemos venido a ver en qué consistía».

También para Paloma González es su primera vez. «Soy madrileña de nacimiento. Y sé que mi madre conocía a san Pantaleón, y que venía el día de su fiesta. Pero yo nunca me había acercado», explica.

«Es mi colega»

María del Prado Cañadas, de origen extremeño, es médico y lleva medio siglo viviendo en Madrid, donde ejerce su profesión. «San Pantaleón es mi colega» afirma sonriente, mientras adquiere varias estampas del santo y algunos objetos en la tienda de recuerdos. «Los médicos tenemos fe, y venimos a pedir a san Pantaleón», asegura. «La primera vez que vine, evoca, no había terminado la carrera. Me trajo una amiga. Y desde ese día, no he fallado ningún año. De hecho, le estoy haciendo una novena y vengo a Misa todos los días».

Loli Tuñó lleva al frente de la tienda de recuerdos unos 18 años. Un espacio que ha vuelto a abrir sus puertas después de la pandemia. «Llevamos tres años sin ponernos. Y volver a abrir supone para nosotras una gran ilusión. Pero lo más importante es ver la devoción con la que viene la gente», señala. «Que vengan a verlo a él», insiste. Y es que, después de tanto tiempo, las caras de muchos fieles devotos son conocidas, ya que acuden año tras año. «Aunque se ve gente nueva, y más joven», apunta.

TiendaRecuerdosSanPantaleon2

Para Gracia Melero, la salud es la petición más importante que le hace a san Pantaleón. En esta ocasión, para ella la primera, y acompañada de su hija pequeña, ha acudido puntual a venerar al santo. «El año pasado me enteré de la existencia de san Pantaleón, pero me despisté y no pude venir. Así que puse una alarma en el reloj, y hoy me ha saltado. Y aquí estoy», nos dice. Confiesa que le va a pedir «salud para toda la familia. Somos muchos, y siempre hay ‘cositas’».

Cumpleaños materno

Irene Egurza se ha desplazado desde Pamplona para venerar al santo. «Lo conozco desde hace 10 años», indica. «Mi madre cumple los años el 27 de julio. Y la superiora de las agustinas recoletas de Pamplona me hablaba mucho de este santo, cuya fiesta coincide con la onomástica de mi madre… Ella me habló del santo, me dio estampas, me animaba a venir … pero nunca encontraba tiempo. Y este año nos lo hemos propuesto. Así que hemos cogido unos días de vacaciones, y aquí estamos». Acude a Misa acompañada de su hermana y su sobrina, además de su madre. «Mañana volveremos, para celebrar el cumpleaños. Y para pedirle salud, sobre todo». Además, reconoce, «queremos ver cómo se produce el proceso de la licuefacción de su sangre».

«San Pantaleón me curó hace 30 años»

Emocionado, Salvador Cuervo, asturiano de nacimiento, relata que el santo le curó. «Hace 30 años tuve un cáncer de estómago. Me operaron, me pusieron un drenaje, y una enfermera lo manipuló, y lo sacó antes de tiempo. A los dos días tenía una fiebre altísima, y se había formado una bola de pus. Los médicos me dijeron que había que operar de urgencia, que era muy grave. Pero que me iban a hacer un escáner para ver el sitio donde estaba ubicada. Yo soy creyente, y recé un Padrenuestro al santo del día, sin saber quién era. Y cuando me hicieron el escáner, la bola de pus había desaparecido. Tendrá una explicación científica, pero desde entonces no falto un solo año a su fiesta. Le tengo mucha devoción», confirma. «Y desde entonces me estoy librando de unas ‘gordas’», asevera sonriente, haciendo un guiño al santo. «Por eso, vengo a darle las gracias».

FielesRezandoSanPantaleon23

No es el único. Francisco Javier Calvo, uno de los capellanes del monasterio, cuenta que todos los años acude una joven ucraniana a dar las gracias al santo. «Le trae un ramo de flores, en agradecimiento por la curación de su hermano. Y este año nos ha dicho que pidamos por la paz».

Y es que la figura de san Pantaleón, quizás no muy conocida en nuestro país, «aunque hay cinco pueblos que tienen su nombre», recuerda Joaquín Martín Abad, otro de los capellanes. «Es un santo muy conocido en Oriente, y muy celebrado», añade. Por eso, son muchos los cristianos ortodoxos, incluso sacerdotes, los que acuden a rezar en el día de su fiesta.

Dar gracias al santo un año más

En la Misa que presidió en honor al santo en la víspera de su festividad, Martín Abad recordó que el prodigio de la licuefacción de la sangre del santo se ha cumplido, año tras año, desde la llegada de su reliquia al monasterio. «Yo lo he vivido estos últimos 25 años. Pero hay constancia de ello, por escrito, desde hace 400 años». Así, añadió, «es una leyenda urbana decir que cuando su sangre no se licua va a haber catástrofes. La sangre se licúa puntualmente todos los años».

Por eso, animó a los presentes a «dar gracias un año más». Y, es que, «venimos con distintas preocupaciones. Pedimos al Señor por intercesión de este santo, médico y mártir, por todos aquellos que llevamos en el corazón, que carecen de salud. Y también por nosotros, para que cuando tengamos enfermedad sepamos resistir con fidelidad a Dios Nuestro Señor en medio de las pruebas que nos pasan en este mundo, tanto por fuera como muchas veces por dentro».

Para el sacerdote, «san Pantaleón nos enseña a buscar en la vida la verdad. Una vez encontrada la verdad de Cristo, ejercer la caridad. Y una vez ejercida la caridad, mantener la fidelidad al Señor hasta el final».

Concluyó pidiendo al Señor «por nuestras familias, por intercesión del santo, sabiendo aceptar lo que nos venga siempre de la voluntad de Dios» y por la paz en el mundo. «Que haya paz. Que nadie arrebate la vida a nadie. Tampoco a los niños que van a nacer o a los ancianos que pueden vivir».

MisaSanPantaleonJul23

Arzobispado de Madrid

Sede central
Bailén, 8
Tel.: 91 454 64 00
info@archidiocesis.madrid

Catedral

Bailén, 10
Tel.: 91 542 22 00
informacion@catedraldelaalmudena.es
catedraldelaalmudena.es

 

Medios

Medios de Comunicación Social

 La Pasa, 5, bajo dcha.

Tel.: 91 364 40 50

infomadrid@archimadrid.es

 

Informática

Departamento de Internet

C/ Bailén 8
webmaster@archimadrid.org

Servicio Informático
Recursos parroquiales

SEPA
Utilidad para norma SEPA

 

Search