Este viernes 13 de diciembre, la mirada pastoral se posa en el Centro Penitenciario Madrid V, más conocido como el de Soto del Real. Seis de sus internos, junto al capellán, el trinitario Paulino Alonso, viajan a Roma como peregrinos para participar en el Jubileo de los Presos.
Las gestiones para que pudieran viajar fueron tan fáciles que el propio sacerdote se maravillaba de la gran misericordia de Dios para con ellos. Los permisos para los internos se obtuvieron rápido. Se trata de presos en segundo grado, esto es, viven en régimen cerrado (en la prisión), pero no requieren de máxima seguridad. Pueden realizar actividades de grupo, recibir visitas y acceder a salidas con permisos. «Esta se considera una salida programada», detalla el sacerdote (en la imagen inferior, a la izquierda, en una Misa en prisión presidida por el cardenal JoséCobo, arzobispo de Madrid).

Los peregrinos vuelan a Roma en la mañana de este viernes y tendrán por la tarde tiempo para empezar a visitar la ciudad. El sábado continuarán su peregrinación, y por la tarde tendrán un encuentro de toda la delegación española en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat —de la que el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, es titular—.
De España viajan un total de 42 presos de once cárceles acompañados de 80 voluntarios, funcionarios, capellanes y tres obispos. Está prevista también la presencia del secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz González.
Cruzar la puerta santa
Desde la iglesia de Montserrat, los presos irán todos juntos hacia la Via della Conciliazione para recorrer esos metros de oración, cantos y salmos hasta la puerta santa de la basílica de San Pedro.
Ya el domingo, 14 de diciembre, participarán en la Misa jubilar con el Papa León XIV. Regresarán a Madrid el lunes 15 de diciembre (en la imagen inferior, obra pictórica realizada por un preso de Soto).
Último jubileo del año de la esperanza
«Qué alegría poder cruzar la puerta santa», ha escrito para Alfa y Omega uno de los presos de Soto que acudirá a Roma. «Allí se afianzará más mi fe y la convicción de que Dios me ayudará a cambiar mi vida».
Otro de ellos reconoce que «ir a Roma es una gran oportunidad, ya que es el año santo dedicado a la esperanza; la misma que nunca se tiene que perder. Me siento muy afortunado de poder vivir la experiencia tanto personal como espiritualmente de asistir a una Misa con el Papa y aprovechar para pedirle a Dios que perdone mis pecados».
El de los presos es el último gran jubileo que se celebra en la Ciudad Eterna en el marco de este Año Santo de la esperanza antes de que se cierre la puerta santa en la basílica de San Pedro.

Puerta santa de Soto del Real
La prisión de Soto ha sido el único lugar de la diócesis de Madrid, junto a la catedral de la Almudena, que durante este año jubilar ha tenido puerta santa. La abrió el cardenal Cobo el 27 de diciembre del año pasado (en la imagen superior), siendo la puerta de acceso al salón de actos, donde cada domingo se celebra la Eucaristía.
El primer preso que hablaba, fijo de las Misas dominicales, asegura que en este año «he podido experimentar la misericordia de Dios hacia mí a pesar de mis infidelidades y muchos pecados; cada vez que la cruzaba, me llenaba de esperanza sabiendo que Dios me está ofreciendo una nueva posibilidad de vida, y que nunca me condena».
La puerta santa de la cárcel de Soto se cerrará el próximo 27 de diciembre, en una ceremonia que el arzobispo de Madrid compartirá con los presos como celebración de la Navidad.

