Este lunes, 21 de octubre, a las 19:00 horas, la Iglesia de Madrid acoge, en el pórtico de la catedral de la Almudena, el acto público de Reconocimiento y Reparación a las víctimas de abusos de la Iglesia. Valentín Rodio, responsable del equipo de psicólogos de Repara, explicaba el pasado viernes en el programa El Espejo en COPE que «vamos a vivir un acto duro y necesario, y también coherente con un tiempo en el que hemos prestado atención a las víctimas de abusos, tratando de que la escucha que prestamos sea la primera sanación y rescatando su credibilidad».
También resaltó la importancia de poner «las palabras de las víctimas en el lugar más importante de nuestra labor y también de nuestro aprendizaje, en el contexto de un proyecto como Repara, que surgió en la diócesis de Madrid hace cinco años, inspirado por el obispo». Asimismo, puntualiza que «hacemos ahora este acto, acompañados por el obispo, porque somos cada vez más conscientes de la necesidad de reconocer la parte que nos corresponde, por no haber sido quizás sensibles y por no haber sabido actuar a menudo».
?Madrid acoge este lunes el acto de Reconocimiento y Reparación a las víctimas de abusos en la Iglesia
— Archidiócesis de Madrid (@archimadrid) October 21, 2024
?Catedral de la Almudena
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«Es un acto de reparación, pero también de compromiso, del compromiso de no dejar pasar las cosas, es decir, que por parte de la Iglesia y de nosotros, no queremos pasar página, por nuestra propia responsabilidad en estos actos. Al final, es una oración porque somos conscientes de que la oración nos despierta y que Dios con ello nos va a ayudar a mantenernos en vela en esta tarea».
El responsable del equipo de psicólogos subraya que seguramente será un «momento duro, pero un momento de esperanza para mí, y creo que no es, ni de lejos, tan duro como lo que han vivido muchas personas. Así que, ¿por qué no pasar por una dureza así?».
Por último, Valentín Rodio ha explicado que «no es un acto aislado, sino que está en el punto medio de un camino que queremos y seguimos recorriendo, para reconocer la dignidad absoluta de las personas que han sido abusadas, para seguir aprendiendo de ellas, y para pedir perdón en un acto que sí es penitencial y público».
«Público no porque se vea, sino por el significado que tiene, para que toda la gente y la diócesis de Madrid se enteren y participen con nosotros, asumiendo lo que han vivido otros, y también, de alguna manera, nosotros mismos. Y más allá de lo que parezca, es un compromiso público de permanecer, siendo sensibles y sin descanso en esta labor», ha remarcado Valentín Rodio.