El Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Plá, ha enviado una carta sobre la prevención y protocolo ante los casos de abusos sexuales.

Además de la creación de un portal en la web del Obispado con información al respecto, el Obispo de Alcalá también ha expuesto una serie de ideas y propuestas para evitar que estos "graves delitos y graves pecados" tengan lugar en la diócesis complutense.

Tomando unas palabras del Papa Francisco, Mons. Reig Plá recuerda que "las familias deben saber que la Iglesia no escatima esfuerzo alguno para proteger a sus hijos, y tienen el derecho de dirigirse a ella con plena confianza, porque es una casa segura”.

“Por tanto, no se podrá dar prioridad a ningún otro tipo de consideración, de la naturaleza que sea, como, por ejemplo, el deseo de evitar el escándalo, porque no hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de los menores".

En la carta el Papa "insta a las diócesis" a "a establecer programas de atención pastoral, que podrán contar con la aportación de servicios psicológicos y espirituales". Mons. Reig Plá destaca que no sólo se trata de prevención de abusos a menores sino también de "adultos vulnerables".

Ante esta situación el Prelado ha profundizado en algunos puntos para, según ha dicho "dejar constancia inequívoca de algunas cuestiones relevantes" y ha pedido de manera explícita que no se manipulen sus palabras "generalizando mis afirmaciones; esta carta se refiere exclusivamente a algunas cosas que acontecen, en algunas ocasiones, en la Iglesia".

El Obispo ha recordado a los sacerdotes, diáconos y religiosos que se distinguen "por su buen hacer y comportamiento ejemplar", pero ha subrayado que los abusos y acosos sexuales "no solo son materia gravísima de pecado, también constituyen un gravísimo delito canónico y civil, lo que demanda, según derecho, la colaboración leal con las legítimas autoridades eclesiales y civiles". "Los abusos y acosos sexuales jamás deben ser valorados desde el número de casos; una sola víctima es ya demasiado, es una atrocidad", ha precisado.

Mons. Reig Plá también ha animado a que este "gravísimo delito" sea tratado "con claridad y determinación" porque "en el sacerdocio y en la vida religiosa no hay lugar para quienes dañan a los jóvenes".

"El escándalo no consiste en que se conozca la verdad y se haga justicia, sino en que sucedan tan abominables hechos", explica el Obispo y recuerda que el hecho de que salgan a la luz y se investiguen estos hechos "debe ser motivo de satisfacción para todos", " es un bien para las personas que han sido objeto de abusos, para las posibles víctimas, para la Iglesia, para la sociedad y, aunque ellos no lo vean así, también para los agresores. Cualquier otra posición al respecto no sería más que clericalismo corporativista".

Sobre la presunción de inocencia el Prelado ha recordado su importancia y el "derecho a la intimidad de las víctimas", para las que ha subrayado el amor, acogida, caridad pastoral desde la Iglesia.

"La confianza de las víctimas, y todavía más cuando los autores de los abusos o acosos son sacerdotes, diáconos o religiosos, es inicuamente traicionada y violada su dignidad".

Como medidas preventivas necesarias el Obispo de Alcalá ha subrayado la importancia de "la diligente selección de los formadores de los seminarios y noviciados, y de los candidatos al diaconado, al sacerdocio y a la vida religiosa; así como su correcta formación".

"La selección de las personas debe ser radicalmente exigente tanto en el ámbito psíquico como en el espiritual. Nadie debe ser ordenado si no reúne las condiciones para ser un buen esposo y un buen padre de familia", ha afirmado el Obispo y ha extendido esta rigurosa selección también a catequistas, profesores de colegios católicos y profesores de religión.

Mons. Reig Plá ha recordado que "la solicitación a un pecado contra el sexto mandamiento del Decálogo durante la confesión o con ocasión o con pretexto de ella" es uno de los "delitos más graves contra la santidad del Sacramento de la Penitencia reservados al juicio de la Congregación para la Doctrina de la Fe".

Sobre la existencia de redes "que actúan como células autónomas de corrupción, poder y tráfico de información e influencias", el Obispo ha recordado que "estas redes suelen contar con un entorno laical vulnerable, víctimas a las que tratan como ‘esclavos psico-afectivo-sexuales’"

Y precisa la diferencia entre "ternura" y "flojera" o "afección".

Sobre los candidatos al sacerdocio que experimentan una atracción hacia el mismo sexo el Prelado recuerda lo que la Iglesia católica enseña que "es absolutamente desaconsejable e imprudente y desde el punto de vista pastoral muy arriesgada", por lo que esa persona no puede considerarse "idónea para recibir el sacramento del Orden sagrado".

Mons. Reig Plá afirma en la carta que "queda a plena disposición de todos y particularmente de aquellos que han sufrido abusos y sus familias". Además ha creado un Servicio de Asistencia Pastoral a las posibles víctimas de abusos sexuales, sus familias y comunidades, vinculado al Centro de Orientación Familiar (COF) Regina Familiae de la diócesis de Alcalá.

Y además convocará a penas sea posible unas jornadas para sacerdotes, seminaristas y laicos que impartirá un especialista en esta materia.