Con la llegada del frío, Cáritas Burgos, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, vuelve a abrir su espacio de mínima exigencia para personas sin hogar, una unidad que dispone de ocho plazas para la prevención de situaciones en riesgo social para que este colectivo de personas tengan un lugar donde pasar la noche al calor.
Durante el ejercicio pasado, la Unidad de mínima exigencia (UME) atendió a 17 personas sin hogar en grave situación de exclusión de manera permanente. La mayoría de nacionalidad española, empadronados en la provincia de Burgos y tan solo una de ellas mujer. Se trata de personas con un perfil de sinhogarismo en situación muy cronificada. Tienen dificultades para integrarse en los procesos habituales de inserción.
La aportación del Ayuntamiento asciende a 15.000 euros. El resto del presupuesto total se completará desde Cáritas. Para atender este servicio se ha contratado a dos monitores de noche que provienen de contrataciones bonificadas de la Junta de Castilla y León para personas desempleadas de larga duración. El horario de acogida en la Unidad será de 20:30h a las 8:30h.
Por otro lado, la actividad «Café y calor» que busca animar a las personas que duermen en la calle a mejorar sus condiciones y a acudir a la UME, iniciará también su actividad en breve, coincidiendo con la bajada de las temperaturas. Durante este curso se incorporarán de nuevo un buen grupo de personas voluntarias que ya venían haciendo colaboración en años anteriores. Ejercen una importante labor de acompañamiento y relación de ayuda.