Con motivo del V centenario del nacimiento en Toledo de uno de los primeros jesuitas, Alfonso Salmerón, el Grupo de Comunicación Loyola y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) recuerdan su figura, su biografía y el contexto histórico en el que desarrolló su misión y su actividad teológica. Parte de su legado se recoge en el libro que el grupo editorial ha publicado dentro de la colección Manresa (Sal Terrae y Mensajero): Alfonso Salmerón (1515-1585): Una biografía epistolar de Miguel Lop Sebastiá SJ. El próximo 17 de diciembre, en el contexto del ciclo de conferencias organizado por la UCLM, será presentado por los catedráticos Francisco José Aranda e Ignacio Javier García -organizadores del homenaje que se celebrará del 17 al 19 en Toledo-. Salmerón no dejó escrito autobiográfico, pero su abundante correspondencia publicada por Monumenta SJ, seleccionada, estudiada y traducida por el autor, ha dado como fruto esta biografía en la que abundan las anécdotas y situaciones controvertidas de los primeros tiempos de la Compañía.
El catedrático de Filología Latina Ignacio Javier García Pinilla reconoce que este aniversario es una oportunidad única para rescatar del relativo olvido a este toledano insigne. El historiador Fernando García de Cortázar (Universidad de Deusto) abrirá el programa el 17 a las 17:00 con la conferencia titulada: La fundación de la Compañía de Jesús en el contexto del Humanismo europeo. Precisamente en este proceso intervino Salmerón siendo el más joven de los fundadores. Destacó por su energía su enorme capacidad. dos cualidades que generaron tal confianza entre los suyos que ya con 25 años de edad le fue encomendada una difícil misión en Irlanda, durante el reinado de Enrique VIII. Brillante predicador y eficaz misionero por tierras de Irlanda, Baviera y Polonia, realizó profundos estudios sobre las Sagradas Escrituras, algunos de ellos de gran influencia, como sus comentarios sobre el Génesis y el Nuevo Testamento. Salmerón respondía con obediencia, “discretamente y siempre al servicio de los demás”, añade García Pinilla.
Estudió Humanidades, Filosofía y Teología en Alcalá de Henares donde coincidió con Diego Laínez y terminó en la Sorbona de París, donde conoció a Ignacio de Loyola, de cuya obra no se separaría ya más, junto a Fabro, Rodrígues, Bovadilla y Francisco Javier. En 1540 fue a Roma y destacó como teólogo en el Concilio de Trento, un papel del que hablará Santiago Madrigal, profesor de la Universidad Pontificia Comillas, el próximo 18 de diciembre, a las 17:30: Salmerón, un toledano en Trento. Ya en los comienzos del Concilio le fue encargado el panegírico de San Juan Evangelista y a los tres meses, en marzo de 1547, apareció impreso en Roma y el mismo año en París. Es el primer escrito de un jesuita llevado a la imprenta. Su fama como predicador, solicitado en toda Italia motivó que le apellidaran “el otro Salomón”. Hasta el mismo papa Pío V en 1569 le mandó predicar la cuaresma en San Pedro, como así relata Miguel Lop.