Este miércoles, 25 de enero, un hombre armado atacó dos templos de Algeciras, en la diócesis de Cádiz. Asesinó al sacristán de la parroquia de Nuestra Señora de la Palma [en la imagen], Diego Valencia, y dejó varios heridos, entre ellos el encargado de la capilla de San Isidro, el salesiano Antonio Rodríguez Lucena, como recoge Alfa y Omega.
En su cuenta de Twitter, el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, se ha mostrado «consternado por el ataque». «Unido a las familias del sacristán asesinado y los heridos, a la Iglesia que peregrina en Cádiz y a su obispo, rezo por el fin de la violencia —que destruye la vida y la fraternidad— y para que "seamos artesanos de paz"», ha aseverado, aludiendo a Fratelli tutti del Papa Francisco.
Estoy consternado por el ataque a dos templos en Algeciras. Unido a las familias del sacristán asesinado y los heridos, a la Iglesia que peregrina en Cádiz y a su obispo, rezo por el fin de la violencia —que destruye la vida y la fraternidad— y para que seamos «artesanos de paz».
— Carlos Osoro Sierra (@cardenalosoro) January 26, 2023
El propio Obispado de Cádiz ha hecho pública una nota en la que reza por el fallecido y la pronta recuperación de los heridos, al tiempo que muestra su «más firme condena a la violencia contraria a la voluntad de Dios y a la enseñanza de la Iglesia que altera la convivencia pacífica deseada por la inmensa mayoría de la población y que perturba profundamente la vida social».
En esta línea, la Conferencia Episcopal Española ha publicado un comunicado en el que traslada la «cercanía y afecto y el consuelo de la fe a los familiares de las víctimas, a la diócesis de Cádiz y a la sociedad del Campo de Gibraltar». «Como creyentes, pedimos al Dios de la misericordia y de la paz que llene de esperanza los corazones de las víctimas y sane los heridos, acompañe a la Iglesia y a la sociedad en la búsqueda de la paz y convierta el corazón de las personas violentas», abunda.