La Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias acaba de publicar “Junípero Serra en el contexto de la evangelización de América”. Se trata de la conferencia pronunciada por el doctor Guzmán Carriquiry el pasado 10 de junio en Palma de Mallorca sobre este gran misionero mallorquín.
La lectura de esta conferencia de Carriquiry, Secretario General de la Pontificia Comisión para América Latina, la conocida CAL vaticana, permite acercarse a algunos de los rasgos fundamentales de la vida y labor evangelizadora de Junípero Serra, que el Papa Francisco canonizará el próximo 23 de septiembre en Washington. No evita tratar el tema de las descalificaciones que se han hecho, desde la ignorancia y desde extraños intereses, y que han culminado con la petición de un grupo de senadores de retirar la estatua de Junípero Serra del Hall de los Notables del país, de Washington. En él, cada estado USA tiene a dos de sus representantes. Estas descalificaciones han surgido precisamente cuando el primer papa hispano de la Iglesia se propone canonizarlo. Quizás, se pregunta el conferenciante, “¿se desea cubrir a los verdaderos responsables de la masacre de los indios en la historia del país?”.
El secretario de la CAL encuadra la figura del mallorquín en el contexto evangelizador y misionero de su época, su Mallorca natal, su labor de defensa de los indios y todos esos rasgos que componen la memoria hispana y católica de los orígenes de Estados Unidos. Una memoria que puede permitir, “a los 60 millones de hispanos que viven en los Estados Unidos, liberarse de una mentalidad de extraños en ese país, apenas tolerados, con frecuencia discriminados y muchas veces deportados como ‘indocumentados’, para reconocerse en línea de continuidad con todos los hispanos que durante siglos poblaron enormes regiones de los actuales Estados Unidos”.
No sólo en California, donde fundó nueve de las 21 misiones sobre las cuales se edificaron ciudades muy importantes, también previamente en México, y entre los nativos de Sierra Gorda, cerca de Querétaro, Fray Junípero fue padre y protector de los indios. “De los 70.000 nativos americanos que habitaban en la Alta California – digamos desde San Diego a San Francisco -, cerca de 7.000 fueron libremente a vivir en las misiones franciscanas, catequizados y bautizados”, explica Carriquiry. Como protector suyo, “defendió siempre la dignidad humana de los indígenas y, por ello, entró en duros conflictos con todos los comandantes militares españoles de la región”.
E insiste: “No hay nada en sus numerosísimas cartas y escritos que aparezca como prejuicio racista. ¡Qué diferencia en relación con la expansión de las 13 colonias del Atlántico, con su ‘conquista del oeste’, donde prevalecía el proverbio ‘el único indio bueno es el indio muerto’!... Tratar a fray Junípero Serra de ‘criminal racista’, ¡incluso de ‘genocida’!, como lo están haciendo hoy en día algunos grupúsculos, lobbies y medios de prensa de California, sostenidos por presuntos estudiosos, no solamente es una gruesa estupidez, sino una calumnia infame, de personas ignorantes o enfermas de ideología”.
Por eso, esta conferencia es de lectura obligada para cualquiera que ame la misión y a los misioneros, quiera oponer datos a ideología, y valore la entrega a los demás de un Junípero Serra, que tenía su base en su fe en Jesucristo.
Se pueden solicitar ejemplares de la misma a la Comisión Episcopal de Misiones de la Conferencia Episcopal.