El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, aseguró que “en Corpus Christi, queremos detener nuestra mirada agradecida en la Eucaristía”, porque “Ella es ‘el misterio de nuestra fe’, y un signo que expresa la identidad de la Iglesia Católica. El silencio de la adoración se hace hoy testimonio público de fe”.
“Al acercarnos a la Eucaristía descubrimos el sentido de la misión y la fuente de la verdadera alegría. La misión no es proselitismo, es dar testimonio de la presencia de Dios que nos ha enviado a su Hijo, para acompañarnos y comunicarnos su Vida”, diferenció y agregó: “Ella es el acto mayor de amor a nuestros hermanos. No es posible mantener el entusiasmo misionero, si no partimos de un encuentro vivo con Jesucristo”.
El arzobispo santafesino sostuvo que “la misión tiene su fuente en la experiencia de ese encuentro con su Vida, que la recibimos y estamos llamados a comunicarla” y advirtió que “si no partimos del encuentro con Jesucristo, no vamos a sentir el compromiso misionero”.
Para evitar eso, monseñor Arancedo sugirió “volver a leer a san Pablo cuando nos dice: ‘Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!’. Aquí adquiere toda su fuerza la Eucaristía como presencia viva de Jesucristo y fuente de la misión”.
“Sabemos que la alegría no se confunde con un estado anímico o lo pasajero de un momento, sino que necesita raíces más profundas. Necesita de la verdad, el amor y el bien, que van generando un estado espiritual de paz que no se puede comprar. La alegría es signo de la presencia de Dios. Esta fue la experiencia de los primeros discípulos al encontrar al Señor Resucitado”, recordó.
Por último, monseñor Arancedo citó las Orientaciones Pastorales 2015-2017, en las que la Conferencia Episcopal Argentina afirma que “la alegría pascual del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Con Él siempre nace y renace la alegría” y añadió que “esta experiencia de la alegría de los discípulos con Jesús tiene su fuente en la Eucaristía: ‘también hoy es necesario redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe’”.
Mundo
Lunes, 08 junio 2015 05:12
Mons. Arancedo: “En Corpus, queremos detener nuestra mirada agradecida en la Eucaristía”
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