América es la nueva protagonista de los Museos Vaticanos con una nueva colección en el Museo Etnológico que se encuentra situado dentro del mismo. Se trata de una abundante muestra étnica de pueblos del continente americano, desde el Ártico a la Tierra del Fuego, así como de obras precolombinas.
Los responsables de la nueva colección aseguran que su objetivo es «expresar la atención y cercanía de la Iglesia hacia todas aquellas poblaciones que se esfuerzan por preservar las propias culturas y el propio ambiente natural, frente a las continuas tentativas de quien por interés personal intenta desarraigar y olvidar la rica historia que hace extraordinarios y únicos estos pueblos».
Destaca también la pipa de la paz que el indio de la tribu Crow de Estados Unidos John Pretty regaló a San Juan Pablo II en 1986 o las camisas que los indígenas colombianos vestían para bailar su tradicional «danza del sol».
También están presentes las cerámicas incas o las de los nativos Hopi, del suroeste de Estados Unidos, con las que explicaban el origen del cosmos o el porta misal de Cristóbal Colón que se ha traído desde Cuba.
Todas las piezas de la muestra han sido restauradas, catalogadas y publicadas en un libro presentado el pasado 24 de mayo.
En la presentación estuvo el Arzobispo de Mérida (Venezuela), monseñor Baltazar Porras, quien comentó con ACI Prensa la importancia de la exposición. «Es una muestra del interés que la Iglesia Católica ha tenido siempre por las culturas originarias de América, desde Alaska hasta la Patagonia y que están representadas aquí con más de 100.000 objetos que se encuentran en este Museo».
«Después de casi 100 años se ha querido hacer esta muestra con todos los avances que significa la etnología, no solo recordando el pasado sino con el contacto con las nuevas generaciones que conservan la memoria histórica y que en la evolución de los pueblos también representan realmente lo que es el interés de la Iglesia».
El obispo destaca que es muy importante que desde Europa se conozca todo esto y asegura que «ha habido solicitud de varios países de América Latina de poder llevar algo esta exposición a cada uno de los diversos países».
«Hay una eclosión de los valores de cercanía, fraternidad, de búsqueda de la belleza -como dice a menudo el Papa Francisco-, que son características de nuestro pueblo, en un mundo cansado y agobiado por las guerras, en un futuro que muchas veces es incierto, en medio de esas dificultades nuestro pueblo siempre tiene una esperanza que lo abre a lo trascendente», destaca monseñor Baltazar Porras.
En el museo también se pueden apreciar obras de otras partes del mundo, como máscaras africanas, esculturas de Oceanía, objetos de Papúa Nueva Guinea y también numerosos objetos de países de Asia como China o Japón. Muchos de ellos son regalos que les fueron hechos a los diferentes Papas a lo largo de sus pontificados.