Minutos antes de las 11:00 horas, como si ya no pudiera esperar más para encontrarse con sus hijos, entraba la Virgen de la Almudena en la explanada de la catedral. Lucía esplendorosa, con manto verde esperanza, hortensias y rosas de color fucsia en el paso que llevaban, un año más, los anderos de Jesús El Pobre.
La esperaban los madrileños, los que acuden a la cita con Ella ya por tradición y los nuevos. Como Gloria y su amiga Asun, la primera para celebrar la «fiesta de mi Madre»; la segunda, por invitación de su amiga, y para «que me apañe la cabeza, que la tengo al bies», ríe.
Madrid celebra este domingo, 9 de noviembre, la fiesta de su patrona, Santa María la Real de la Almudena, con una solemne Eucaristía presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. «Cuando María nos cita es el Señor el que está detrás», decía en su saludo inicial.
?@CardenalCobo: «En nuestro Madrid hay muchas cruces que nos convocan, nos llaman a estar allí juntos, como la Madre y el discípulo»
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➡️«Con #María, que aparece cuando las murallas se derriban, aprendemos a estar al pie de cada cruz»#VirgenDeLaAlmudenahttps://t.co/8G4A7KQpJr pic.twitter.com/Kfh1winr3G

La brisa ligera de la plaza llevaba el aroma del incienso, mientras el coro cantaba el Gloria estrenado para la JMJ Madrid 2011. Junto al cardenal Cobo concelebraban los cardenales Carlos Osoro y Antonio María Rouco Varela, arzobispos eméritos de Madrid; los obispos auxiliares de Madrid Juan Antonio Martínez Camino y Vicente Martín; Ginés García Beltrán, obispo de Getafe; Luis Armando Tineo, obispo emérito de Carora (Venezuela); Miguel Maury, obispo madrileño, actual nuncio apostólico en Gran Bretaña, y Adolfo González Montes, obispo emérito de Almería.
Entre las autoridades civiles destacaban el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín Aguirre; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la ciudad de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien ha renovado el Voto de la Villa a la patrona.

? ¡Feliz día de la Almudena!
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Todo preparado para vivir la Misa en este día grande para #Madrid
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«Hacer camino juntos»
Ya en la homilía, el cardenal Cobo ha asegurado que encontrarse de nuevo a los pies de la Virgen «es siempre una oportunidad de hacer camino juntos». En este año jubilar, ha recordado que esperanza y alegría es «algo que necesitamos mucho».
En línea con las lecturas proclamadas, ha contrapuesto la alegría y la pena, la gloria y el duelo, la bendición y la perplejidad «ante lo que no conseguimos entender». «Vivimos en una contante tensión entre alegría y tristeza», ha evidenciado. «Todos tenemos motivos para la esperanza, aunque también hay motivos para el desasosiego».
Ante esto, María se convierte en maestra para la vida, ha continuado el cardenal Cobo. Ella puede ayudar a encontrar el sentido de la vida, «lo que tanta gente busca», y llevar al hombre «a la escuela de la alegría verdadera».

Ha sostenido el cardenal Cobo que «muchas veces nos conformamos con versiones edulcoradas e insuficientes» de la alegría. Estar alegre, ha dicho, no es vivir de «manera risueña», ni la «ficción de la alegría de las redes sociales», ni la «sonrisa retocada o forzada». La alegría no es «solo la cara bonita de la vida», ha remarcado, ni una foto de Instagram o «llevar una vida sin problemas».
«La alegría verdadera es la capacidad de encontrar un sentido que nos permita avanzar también en las horas de tormenta y de cruz». Esto María lo sabe. Porque «tiene conciencia de que la vida es más que el momento de dificultad» y «no deja de creer en las promesas de Dios aunque no las entienda del todo». Se fía, «y aquí radica su seguridad, su fortaleza y su alegría».
«Necesitamos esta mirada esperanzada del futuro», ha insistido el cardenal Cobo. Pero esta esperanza «no se camina en solitario, es una esperanza compartida». «Ella invita a compartirla vida a los pies de la cruz».

Cruces en Madrid
El cardenal Cobo ha reconocido que «en nuestro Madrid hay muchas cruces que nos convocan y nos llaman a estar allí juntos, como la Madre y el discípulo», muchas cruces que «reclaman nuestra presencia»: las formas de pobreza, la ampliación de la brecha social, la pérdida del sentido de la vida de los jóvenes, la dificultad del acceso a la vivienda digna, o las trabas a los migrantes.
Ante esto, «con María, la que tira muros y aparece cuando las murallas se derriban, aprendemos a estar al pie de cada cruz», para buscar «entre todos» la forma de cuidar la «dignidad inviolable» de cada uno. En este punto el arzobispo ha hecho un llamamiento a la amistad, la cordialidad y la amabilidad de todos: Iglesia, comunidades, política y «entre nuestros políticos». «Tenemos que desarmar las palabras, también en medios y redes sociales; necesitamos reconciliarnos», ha rematado.

Flores desde Galicia
Terminaba la Eucaristía en un ambiente de fiesta y alegría, como la de los floristas de Ponteareas, que por cuarto año consecutivo habían preparado una alfombra de flores para cuando la Almudena salga en procesión. Lo que supone un «orgullo» para Miguel, el presidente de la asociación. Para ellos, el pago a su esfuerzo, con trabajos, en esta ocasión desde las 7:00 horas de este día, es ~cuando pasa la Virgen por encima».
También había alegría en el grupo que había podido participar de la parroquia Santa María del Silencio, que acoge la Pastoral del Sordo. Entre ellos estaba Pascual, que había dio ya hacía tiempo pero esta vez, cuenta en su lenguaje de signos, «de manera oficial». Él llecaba en su corazón una petición especial: «Que acaben las guerras, que hay apaz en el mundo y que ayude a todos los necesitados de amor».

La Misa daba paso a la procesión solemne. Cientos de miles de madrileños esperaban ya en las calles al paso de su patrona, Madre de la Esperanza.
